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Ibáñez Oteiza, primer etarra excarcelado tras la tregua de ETA por motivos de salud

  • Fue condenado a 27 años por colaborar en el asesinato de Zabaleta Azpitarte
  • El juez decreta su libertad condicional por el "derecho a una muerte digna"

Ver también: Especial tregua de ETA

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La Audiencia Nacional ha decretado la libertad condicional para el etarra Miguel María Ibáñez Oteiza, por motivos de salud, lo que supone la primera excarcelación de un preso de la banda terrorista ETA, tras el alto el fuego "permanente, general y verificable" del pasado lunes.

Ibáñez Oteiza, condenado a 27 años de cárcel por un delito de colaboración necesaria para cometer en 1988 el asesinato del empresario Francisco Javier Zabaleta Azpitarte, está preso en el centro penitenciario de San Sebastián y terminaría de cumplir su condena en el año 2035, según informan a Europa Press fuentes penitenciarias.

De este modo el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha dado el visto bueno a la propuesta de libertad condicional que solicitó la propia Junta de Tratamiento Penitenciario de la cárcel debido al estado de salud del recluso, que sufre cáncer y cuyo último ingreso hospitalario se produjo el pasado 27 de diciembre, fecha desde la cual no ha abandonado el hospital.

El pasado mes de agosto, la Audiencia Nacional confirmó su reingreso en prisión al "no apreciar razones médicas que justifiquen su no ingreso en prisión para cumplimiento de la pena".

Pero esta vez sí, le dajan salir. El juez de vigilancia, José Luis Castro, según han precisado las mismas fuentes incluye como argumento que "el último periodo de la vida de un ser humano es el más difícil de afrontar física y psiquícamente. Ello exige unas condiciones emocionales, materiales y personales que son incompatibles con la situación de reclusión".

"Derecho a una muerte digna"

Asimismo, el magistrado entiende que "la pena ya no cumple la finalidad de resocialización del penado" o que "junto al derecho a la vida, la dignidad humana, reclama el derecho a una muerte digna".

A lo largo de sus años en prisión, Ibáñez Oteiza, pese a que había tenido una actitud adecuada según los informes de la cárcel, nunca había mostrado arrepentimiento por su colaboración con la banda terrorista.