Obama elogia el "coraje" de Túnez y pide elecciones libres en un "futuro cercano"
- Ha animado a “todas las partes a mantener la calma y evitar la violencia”
El presidente de EE.UU. ha elogiado este viernes el “coraje y la dignidad” del pueblo de Túnez, tras la revueltas que han acabado con 23 años de gobierno del presidente Zine El Abidine Ben Alí, y ha hecho un llamamiento al gobierno a celebrar elecciones “libres y justas” en un “futuro cercano, según un comunicado citado por AFP.
“Condenamos y deploramos el uso de la violencia contra los ciudadanos que han expresado pacíficamente sus punto de vista en Túnez y aplaudo la valentía y la dignidad del pueblo tunecino”, ha dicho Obama.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha reclamado a las autoridades tunecinas respeto a los derechos humanos y la celebración de elecciones libres "a corto plazo" que reflejen "la verdadera voluntad y aspiraciones" de ese pueblo.
Obama ha hecho un llamamiento "a todas las partes implicadas" a mantener la calma y evitar la violencia y deploró "el uso de la violencia contra ciudadanos que expresan su opinión de manera pacífica en Túnez".
"Lucha valiente y decidida"
Estados Unidos, ha agregado, "se une a toda la comunidad internacional como testigo de esta lucha valiente y decidida en favor de los derechos humanos que todos debemos respetar".
"Llamo al Gobierno tunecino a respetar los derechos humanos y a celebrar elecciones libres e imparciales a corto plazo que reflejen la verdadera voluntad y las aspiraciones del pueblo tunecino", ha indicado el presidente estadounidense.
Obama ha recordado que "los países que respetan los derechos universales son más fuertes y tienen más éxito que aquellos que no".
"No me cabe la menor duda de que el futuro de Túnez será más brillante si le guían las voces del pueblo tunecino", ha declarado.
Por otra parte, la secretaria de Estado Hillary Clinton ha manifestado su esperanza que los dos países trabajen juntos a lo largo de la transición.
"Estamos comprometidos a ayudar al pueblo y el gobierno para llevar la paz y la estabilidad (a Túnez) y esperamos que vamos a trabajar juntos para construir una relación más fuerte, más democrática y más respetuosa con los derechos de las personas" ha dicho Clinton.
Previamente, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Donilon, había condenado también los disturbios violentos se viven desde hace semanas en Túnez y pedido a las autoridades de ese país que respetaran los derechos humanos y emprendieran reformas políticas "muy necesarias".
La ONU pide una solución democrática
Por otra parte, también el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido a los tunecinos que encuentren una solución "democrática" a las protestas populares que han puesto fin a los 23 años en el poder de Ben Alí, según informa Efe.
En un comunicado de su portavoz, Martin Nesirky, Ban ha instado a que las cuestiones que han ocasionado la revuelta, conocidas ya popularmente como “la Revolución del Jazmín”, se resuelvan de manera "pacífica y legal", con miras a atender las quejas de la población y trabajar hacia "una solución democrática que responda a las aspiraciones de los tunecinos".
El máximo responsable de la ONU también reitera sus anteriores llamamientos a las autoridades tunecinas para que respeten la libertad de expresión y de reunión de los ciudadanos.
El fin de la era Ben Alí
El jefe de Estado tunecino abandonó este viernes el país aterrizando, finalmente, en la ciudad saudí de Jedda. El primer ministro, Mohamed Ghanuchi, ha asumido la presidencia interina, en medio de los mayores disturbios que vive Túnez en su historia, con decenas de muertos.
El Gobierno tunecino ha reconocido hasta el momento 21 muertos en las protestas sociales en todo el país desde que comenzaron las revueltas el 17 de diciembre, mientras que los sindicatos y las organizaciones de derechos humanos hablan de más de 60 víctimas mortales.
Los disturbios estallaron cuando un joven de 26 años se quemó a lo bonzo en la localidad de Sidi Bouzid para denunciar abusos administrativos, después de que la policía le confiscara las frutas y legumbres que vendía en la calle, con el argumento de que carecía del permiso para esa actividad.
El joven, un desempleado con estudios superiores, falleció el pasado 4 de enero en un hospital de la capital tunecina en el que permanecía ingresado.