1,5 toneladas de oro, la fortuna con la que la familia de Ben Ali ha abandonado Túnez

• La mujer del ex presidente recogió la fortuna en el Banco de Túnez
• Las investigaciones se centran en analizar cómo la familia salió de Túnez

Fotografía de archivo del ex presidente de Túnez, Zine el Abodine Ben Alí (i), acompañado de su esposa

1,5 toneladas de oro en forma de lingotes. O lo que es lo mismo, 45 millones de euros. Es el "equipaje" con el que viajaba la familia de Ben Ali cuando abandonó Túnez en mitad de crisis política para poner rumbo a París, según recoge el diario francés Le Monde.

Según este medio, la mujer del ya ex presidente, Leila Trabelsi, acudió al Banco de Túnez para recoger los lingotes de oro. El gobernador del banco se negó a entregárselos en un primer momento, aunque una llamada de Leila a su marido, hizo que este se viera obligado a aceptar la petición. Una vez con esta fortuna en su mano, la mujer del ex presidente tomó un avión para Dubai antes de irse de nuevo para Djeddah.

Las últimas horas presidenciales

Esta información procede de los servicios secretos franceses, quienes en estos momentos se centran en analizar cómo transcurrieron las últimas horas de la familia presidencial.

Y estas investigaciones apuntan hacia que Ben Ali no creía que abandonaría el poder de un modo tan rápido. De hecho, habría grabado un vídeo, que no ha sido emitido, en el que asegura que no ha abandonado el país de forma voluntaria, sino que se ha visto obligado a ello.

Por otro lado, lo que no termina de estar claro es cómo el ex presidente pudo abandonar el país. Para evitar un desenlace violento, varias embajadas europeas creen que los servicios de seguridad libios han jugado un papel en la escapada de Ben Ali. Y esa hipótesis se ha reforzado tras las palabras del presidente libio, Muammar Gaddafi, quien aseguró que lamentaba el resultado de la crisis de Túnez.

Por su parte, los franceses tenían claro que querían evitar la llegada de Ben Ali a Francia, según asegura una fuente ministerial francesa, por lo que le denegaron el permiso para aterrizar en territorio francés.

Mientras siguen saliendo a la luz más datos sobre cómo han transcurrido los hechos, según informa el enviado especial al país de TVE, Antonio Parreño, Túnez afronta un día muy importante políticamente hablando, ya que se espera la formación del gobierno de unidad nacional.

La tensión sigue presente

además, la tensión creada por los partidarios del huido presidente Zine el Abidín Ben Alí continúa en Túnez mientras se espera que el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, anuncie el nuevo Gobierno del país, que incluirá a los líderes de la oposición legal, según informa la radio estatal.

Esta noche en el barrio de Gammar de la capital, los enfrentamientos violentos entre las fuerzas del Ejército y bandas de partidarios de Ben Alí se han prolongado durante varias horas, según han indicado a la agencia EFE habitantes y testigos presenciales.

En varias zonas del barrio se han escuchado ráfagas de ametralladora y al menos tres disparos de artillería pesada. También en el centro de la ciudad se han podido oir tiros esporádicos hasta altas horas de la madrugada.

En el distrito residencial de la Cité Naser las fuerzas del orden continuaron las detenciones en sus domicilios a miembros del clan de la familia de Leila Trabelsi, esposa de Ben Alí.

El sindicato de la Unión General de los Trabajadores Tunecinos (UGTT) ha llamado a la población a no asistir hoy a ningún tipo de convocatoria de manifestación por la posibilidad de que sean manipuladas por los partidarios del antiguo régimen y aprovechadas para sembrar la violencia.

Por medio de internet y mensajes de teléfonos móviles se ha convocado para este lunes una concentración ante la sede principal en la capital de la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), el partido de Ben Alí, para demandar su disolución.

Entretanto, la vida cotidiana en Túnez retoma poco a poco su curso normal, con un mayor número de cafés, comercios y tiendas de alimentación abiertas.

Los transportes públicos, incluidos autobuses, taxis y ferrocarriles, funcionan ya con bastante normalidad.

La presencia militar en las principales calles del centro de la capital continúa siendo intensa, con varios tanques apostados en la avenida Habib Burguiba, aunque se han relajado algunos controles.