Cuatro dimisiones y nuevas protestas hacen peligrar al Gobierno de unidad de Túnez
- Tres miembros de UGTT y uno de la oposición son los que han dimitido
- Alrededor de un millar de personas se han manifestado por todo el país
La formación del nuevo Gobierno de unidad en Túnez, anunciado el lunes por el primer ministro, Mohamed Ganuchi, ha provocado este martes dimisiones de miembros de la oposición, así como también protestas por todo el país.
Por un lado, tres miembros, que pertenecen a a la organización sindical tunecina UGTT, Abdeljelil Bédoui, Houssine Dimassi y Anouar Ben Gueddour, han presentado su dimisión. Precisamente el sindicato, les había pedido que abandonarán el Ejecutivo, pues la UGTT no reconocía al nuevo Gobierno. Además, la central sindical se ha retirado del Consejo Económico y Social.
Pero no son los únicos. También el líder del Foro Democrático por el Trabajo y la Libertad (FDTL), partido de la oposición legal y que formaba parte del Gobierno, Mustafa Ben Jaafar, hasta ahora ministro de Sanidad, ha presentado su dimisión también en protesta por la presencia de ministros del partido de Ben Alí.
Asimismo, el partido de la oposición Ettajdid (ex comunista) ha amenazado con dejar el Ejecutivo si no dimiten todos los ministros de Reagrupación Democrática (RCD), partido del ex presidente Ben Alí. En un comunicado, Ettajdid ha exigido también la congelación de los bienes de RCD, "porque pertenecen al pueblo". Si estas demandas no son satisfechas de "manera urgente", Ettajdid ha amenazado con revisar su participación en el Gobierno.
Protestas en la capital
Por otro lado, este martes por la mañana miles de tunecinos se han lanzado a las calles tanto en la capital como en otras ciudades del país para protestar contra la formación de este Gobierrno de unidad.
Y es que el nuevo Ejecutivo está formado por tres líderes de la oposición legal, pero también por seis antiguos ministros del régimen de Ben Alí. De hecho, doce miembros de los 19 que componían el Gabinete pertenecen a la Reagrupación Democrática (RCD), el partido en el poder del presidente depuesto.
La Policía tunecina ha reprimido con dureza a un millar de tunecinos que se han manifestado este martes en la avenida principal del centro de la capital de Túnez.
A la cabeza de esta manifestación se encontraba el líder islamista, Sadok Chourou, antiguo presidente del movimiento islamista tunecino prohibido Ennahdha y liberado en octubre de 2010 tras pasar 20 años en prisión. "El nuevo Gobierno no representa al pueblo y debe caer", ha asegurado Chourou.
La Policía ha terminado lanzando gases lacrimógenos contra decenas de manifestantes en diferentes puntos de la capital para disolver las concentraciones. Los manifestantes, que al principio eran sólo un centenar, se han dispersado por las calles adyacentes perseguidos por decenas de agentes policiales, que han cargado también con porras, aunque no se han escuchado disparos.
Al mismo tiempo, en otros puntos de la capital, una veintena de protestas y concentraciones espontáneas contra el nuevo Gobierno han sido disueltas igualmente por las fuerzas antidisturbios, han indicado habitantes de diversos barrios.
Un grupo de cientos de manifestantes se ha concentrado ante las puertas de la catedral de Túnez, al final de la avenida de Burguiba y la Policía ha cargado igualmente sobre ellos. El caos vuelve a reinar en el centro de la ciudad, donde nubes de gases lacrimógenos se observan en varias zonas, sobrevoladas por helicópteros policiales.
Las redes sociales y la oposición ilegal llaman a manifestarse
Numerosas páginas de internet y redes sociales han llamado este martes a los tunecinos a manifestarse contra la presencia de miembros de la RCD, el partido del presidente huido. Los cientos de personas que intentan manifestarse por la capital gritan consignas contra el nuevo Gobierno y demandan la disolución de la RCD.
Los partidos de oposición ilegal, principalmente islamistas y comunistas, han criticado también este jueves duramente la composición del Ejecutivo de transición y han convocado igualmente a manifestarse a los tunecinos.
"Podemos vivir solo con pan y agua, pero no con la RCD", gritaban los manifestantes. "Nosotros queremos un gobierno que represente de verdad al pueblo y no este gobierno criminal que quiere robar al pueblo", ha explicado un manifestante.
También en otras ciudades del país
Pero no sólo en la capital ha habido concentraciones. También en otras ciudades de la provincia, miles de tunecinos han protestado contra el nuevo Gobierno.
Alrededor de 5.000 personas se han manifestado en Sfax (centro-este), la segunda ciudad del país, por la imposición de la RCD. También millares de manifestantes se han concetrado en Sidi Bouzid (centro-oeste), lugar donde surgió a mediados de diciembre la revuelta popular contra Ben Ali.
Otra protesta similar ha reunido a un millar de personas en Regueb, a 37 kilómetros de Sidi Bouzid. Y unas 500 personas se han concentrado en Kasserine, otro de los bastiones de la llamada "Revolución del jasmín".
Medidas para devolver la calma
Las revueltas se suceden después de que el nuevo Gobierno de unidad anunció este lunes medidas para intentar devolver la calma a Túnez y aliviar la tensión, como la liberalización de los presos y la legalización de los partidos políticos.
En cuanto a las presidenciales previstas dentro de seis meses, uno de los portavoces del movimiento islamista tunecino Ennahda ha anunciado en París que "no presentará a Rached Ghannouchi como candidato", pero que si que participarán en las legislativas, porque consideran que "no habrá transición democrática sin Ennahda".
Entretanto, el precio de varios productos básicos de consumo, como las frutas y verduras, ha aumentado debido al desabastecimiento. La presencia militar continúa siendo notable en torno a la popular avenida de Habib Burguiba y las principales calles del centro de la ciudad.
Enfrentamientos entre militares y los partidarios de Ben Alí
Asimismo, los enfrentamientos entre los militares y las milicias partidarias del presidente fugado, Zine el Abidine Ben Alí, continuaron en la noche del lunes bajo el toque de queda en Túnez, donde el nuevo Gobierno de unidad anunció una amnistía y la legalización de los partidos políticos.
Según indicaron varios habitantes de la zona, hasta bien entrada la madrugada se escucharon disparos en el barrio de La Marsa y en la zona residencial de Gammart, donde se encuentran las residencias de varias embajadas extranjeras, entre ellas la española.
Las milicias que apoyan al presidente huido e intentan sembrar el caos, que se mueven en vehículos especiales todo terreno de color negro fácilmente reconocibles por los habitantes, provocaron también incidentes violentos en otros distritos de la capital.