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Del cielo a Madrid, Enrique Tierno Galván viaja de regreso 25 años después

  • Los socialistas madrileños han homenajeado a Tierno Galván en el cementerio
  • Gallardón presentó las Obras Completas del ex alcalde con Bono y Gabilondo

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Se cumplen 25 años de la muerte de Enrique Tierno Galván

"La muerte no es nada", dijo el Viejo Profesor Tierno Galván, pocos días antes de que le alcanzase la muerte, en el año 1986. Pero 25 años después, su muerte da al menos para dos homenajes, uno en el cementerio y otro en la Alcaldía, bien cargados de palabras e imágenes, siempre con el transfondo de su Madrid.

Enrique Tierno Galván ha sido recordado en el cementerio de La Almudena por sus compañeros del grupo socialista de Madrid como cada 19 de enero. En este 2011 con la presencia de más cargos, desde un ex ministro del Interior, José Barrionuevo, hasta concejales como Pedro Zerolo, con los que no compartió gobierno pero sí siglas.

Compañeros de partido

La mañana ha sido fría y gris, "pero por lo menos no llueve como siempre nos pasa con Tierno y Pablo Iglesias", apuntaba una veterana del partido. Ese detalle también ha sido destacado por Juan Barranco, su sucesor como regidor, en la década socialista madrileña. El dato meteorológico, tan recurrido en los ascensores, ha sido interpretado por los candidatos a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, y a la presidencia regional, Tomás Gómez, como un augurio de un nuevo tiempo para que la capital "se quite el gris".

Tanto Lissaveztky como Gómez han destacado en Tierno Galván un referente de político y de gestor público, que, como quieren llegar a ser ellos, destacó por devolver la participación a los madrileños. Eso mismo ha subrayado Juan Barranco como grandes hitos del recordado alcalde: "poner al político en el corazón de los ciudadanos" y "conseguir que los madrileños se sintieran ciudadanos".

"Algo más que respeto"

Es significativo el lugar de estas palabras, porque como contaba Manuel Sánchez, delegado sindical de UGT en el ayuntamiento en aquellos años, la numerosa comitiva, que en su día acompañó al veterano regidor a su tumba, transpiraba la sensación de que se había ido algo más que un alcalde, alguien a quien todos acudían pero que "inevitablemente tratábamos de usted, con algo más que respeto".

Otro de los presentes, José Briones, se lamenta de no haber podido estar en La Almudena el 19 de enero de 1986. Pero estaba feliz porque compartió con Enrique Tierno Galván su primera campaña como candidato a la alcaldía de Madrid. Del catedrático destaca que era un político que cumplía.

Rememora cuando visitaron la antigua barriada de Palomeras y les decía a los vecinos "que él sabía lo que todos les prometerían, pero que él se iba a comprometer a ofrecerles lo que se puede hacer". Y, según dice Briones, lo hizo: "alumbrado, alcantarillado y un colegio". Lo que no pudo prometer aunque lo esperaban, lo hizo más tarde: viviendas. Así, con este recuerdo, el viejo socialista se lamentaba de lo que podría haber hecho Tierno Galván de haber tenido las ayudas europeas que han tenido sus sucesores.

Recuerdo en su alcaldía

¿Qué hubiera hecho...? es la misma tesítura que se ha planteado el alcalde, Aberto Ruiz Gallardón, quien ha destacado en el Ayuntamiento que la memoria de Tierno Galván es "patrimonio de todo Madrid". A veces, ha confesado el actual regidor, se pregunta qué hubiera hecho don Enrique para "desenvolverse en la actual era de la mercadoctecnía política, cuando se nos advierte que no nos excedamos de los 140 caracteres en nuestras declaraciones electrónicas".

La respuesta que se ha dado Ruiz Gallardón es que la concisión la hubiera afrontado "apegado al rigor y la reflexión", el mismo con el que, recordaba, departió con el Papa en latín.

Este segundo homenaje era más institucional y se ha destacado, sobre todo, el perfil intelectual. En el consistorio lo que se presentaba eran seis tomos de las Obras Completas de Enrique Tierno Galván.

En el acto también han estado presentes activamente, el presidente del Congreso, José Bono; el ministro de Educación, Ángel Gabilondo; su hijo, Enrique Tierno Pérez; y Antonio Briones, director de las Obras Completas y catedrático de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. Todos han destacado su "inteligencia", "cercanía" y "sentido del humor".

El ministro Gabilondo se ha felicitado de la publicación de las obras completas, pero ha dicho que la memoria no esta en la escritura sino en el que lee. Acto seguido ha animado a que el apreciado catedrático "sea leído". Para facilitar esta tarea, el minsitro ha destacado, que, incluso en sus obras más académicas, Tierno Galván escribía como si fuera a ser escuchado y no leído, "conectando su escritura con el oído interno de quien las lee".

Renuncia al marxismo

Esa reflexión ha sido suscrita espontáneamente por José Bono, siguiente orador. El presidente del Congreso había recibido clases de Tierno Galván en su propio domicilio. El mismo lugar en el que recibía un cuadro que, en función de si el visitante "era o no de fiar", se podía ver a Juan XXIII o a Pablo Iglesias. Bono y el ex regidor compartieron después partido. Un PSOE del que fue expulsado Tierno Galván por renunciar al marxismo, ha recordado José Bono, recalcando que el documento lo firmaba el ex ministro socialista Miguel Boyer.

Estos han sido los recuerdos más distendidos de una mañana de homenajes, en el que involuntariamente, discurso a discurso, se ha ido rememorando la multifacética figura de Enrique Tierno Galván. Eso sí, todo en Madrid. No podría ser de otra manera.