Los republicanos revocan simbólicamente la reforma sanitaria de Obama en el Congreso
- El Senado, controlado por demócratas, probablemente bloqueará la medida
- Los grupos discrepan sobre el efecto de la medida en las cuentas públicas
La Cámara de Representantes de Estados Unidos, bajo control republicano tras su victoria en las elecciones legislativas de noviembre, ha aprobado la revocación de la reforma sanitaria que Obama sacó adelante el año pasado. Sin embargo, esta medida se presume meramente simbólica ya que más que probablemente será bloqueada en el Senado, bajo control demócrata.
La revocación, que ha sido aprobada este martes por la noche por 245 votos a favor frente a 189 en contra, se producido tras dos días de acaloradas deliberaciones en las que las partes han repetido los mismos argumentos manifestados el año pasado. Por su parte, el presidente Barack Obama ya había avisado que recurriría al veto si fuera necesario.
Los demócratas han considerado esta medida como moral y fiscalmente irresponsable. Lo primero porque dejaría sin cobertura médica a millones de personas y lo segundo porque según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (pdf), incrementará en 230.000 millones de dólares el déficit, entre otros factores porque el Estado dejaría de ingresar un nuevo impuesto que estableció la norma.
Por su parte, los republicanos han replicado que el Obamacare, como llaman despectivamente a la Ley de Cuidado de Salud Asequible (nombre oficial de la reforma legislativa que impulsó el presidente estadounidense), no es más que un "socialismo" disfrazado y una costosa injerencia del Estado en el sector privado que abultará el déficit.
Previsiblemente, los republicanos, que han hecho de este asunto su prioridad en el renovado Capitolio, no se conformarán si la revocación no sigue adelante, y buscarán aprobar otras medidas para bloquear los fondos para la puesta en marcha de la reforma de salud.
La ley que aprobó el Congreso de EE.UU. en marzo del 2010 supuso la mayor reforma del sistema de salud en el país en medio siglo: amplió la cobertura a 32 millones de ciudadanos que antes estaban desprotegidos, aunque no incluyó a los inmigrantes irregulares, y puso coto a los abusos de las compañías aseguradoras, y todo ello sin generalizar la atención en el relativamente débil sistema público.
El pasado dicembre, un juez federal en Virginia declaró inconstitucional la parte del contenido que obligaba a los ciudadanos a contratar un seguro de salud.
Una encuesta publicada este miércoles por la NBC y el Wall Street Journal muestra a una nación dividida sobre el asunto: el 39% de los estadounidenses cree que la reforma sanitaria es una buena idea, e igual porcentaje opina lo contrario.