Las cajas que quieran ayudas públicas deberán convertirse en bancos
- El FROB sólo comprará acciones en la entidades que sean bancos
- Salgado lo exige en una rueda de prensa convocada por sorpresa
Las entidades financieras españolas que encuentren dificultades para captar capital en los mercados y necesiten ayudas públicas para reforzar su solvencia, sólo podrán recibir esos fondos públicos si tienen forma de bancos. De esta manera, el Ejecutivo estaría forzando a las cajas de ahorro que consideren que pueden tener problemas de solvencia a transformarse en bancos.
Así lo ha explicado este lunes la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, en una rueda de prensa convocada por sorpresa.
A partir del próximo otoño, el Gobierno exigirá a todos los bancos y cajas españoles que al menos un 8% de sus recursos sea capital de máxima calidad, también llamado core capital o capital básico, que en la actualidad incluye acciones ordinarias, reservas, beneficios sin distribuir y participaciones preferentes.
Ese capital básico de una entidad se puede incrementar de dos maneras: a través de una ampliación de capital o mediante la emisión de acciones o participaciones preferentes.
Salgado ha admitido que "en últimos meses, la dureza de la crisis de deuda en Europa y la crisis de Irlanda han generado desconfianza en el sector", lo que desencadena "un círculo perverso" que acaba dañando a los activos reales de las entidades.
"Para poder restaurar esa confianza, eliminando cualquier duda que pudiera haber en mercado, hemos decidido reforzar la solvencia del sector y, especialmente, de las cajas", ha explicado.
Se exigirá mayor solvencia a algunas entidades
El ratio de solvencia exigido será aún mayor -aún no se ha definido- en el caso de aquellas entidades que "no cotizan, que no tienen participación significativa de capital privado y que presentan, además, una dependencia de los mercados de financiación mayorista superior al 20%". Dentro de esa definición encajan gran parte de las cajas de ahorro.
De esta forma, el Ejecutivo español adelanta a este año la exigencia que las nuevas normas internacionales aprobadas para regular el sector bancario mundial (el bautizado como Basilea III) fijan para 2013.
A día de hoy, según ha destacado Elena Salgado, "la solvencia del sistema financiero español es notable, ya que cuenta con un 8,5% como media de capital básico". En los test de estrés realizados a la banca europea el pasado verano, el mínimo de solvencia exigido a las 91 entidades sometidas a examen fue del 6%.
A partir de este año, en España se exigirá que sea de un 8% y las entidades que no cumplan ese requisito, "deberán acudir al mercado para cubrirlo", ha advertido la vicepresidenta.
"El objetivo es que la captación de capital se haga en el mercado, para eso hemos hecho la nueva regulación de la captación para cajas, que podrán desarrollar ese plan de capitalización bajo cualquiera de las fórmulas previstas en esa ley de cajas", ha explicado Salgado.
Al comienzo del otoño, el Banco de España analizará los planes de recapitalización presentados por las entidades que necesiten aumentar su solvencia y estimará cuáles de ellas no van a poder cumplirlos.
El FROB sólo intervendrá si se trata de bancos
A partir de ahí, ha asegurado Salgado, "el Gobierno autorizará al FROB a invertir en esas entidades mediante la compra de acciones a precio de mercado", de modo que se trate de una ayuda de Estado compatible con Tratado de la Unión Europea.
"En el caso de que el FROB aporte capital, deberá hacerse mediante acciones en un banco. Sólo adquirirá acciones en un banco, lo que significa que las entidades deberán haber transmitido a una entidad [bancaria] los activos y pasivos de su actividad bancaria", ha destacado Salgado.
Salgado ha insistido en que "sólo en el caso de que FROB deba intervenir se exigirá que sea un banco en el que estén el 100% de los activos y pasivos" de las entidades afectadas por la falta de solvencia.
En todo caso, ha subrayado la vicepresidenta, la permanencia del FROB en el capital de una entidad sólo podrá prolongarse hasta un máximo de 5 años.
Estos cambios en las exigencias de recursos propios se tramitarán como real decreto ley, aunque la vicepresidenta económica del Gobierno ha asegurado que se va a negociar con el sector (Confederación de Cajas de Ahorro y Asociación Española de la Banca) y con todos los grupos políticos para que se apruebe con el mayor consenso posible.
No se necesitarán más de 20.000 millones adicionales
Para evitar que a partir de este anuncio se frene la fluidez del crédito hacia la economía, Salgado ha especificado que ese 8% de capital de máxima calidad se exigirá sobre los balances a 31 de diciembre de 2010. Así, "a día de hoy, cada entidad conoce perfectamente su situación y sus necesidades", ha añadido.
"Los cierres de 2010 aún no se han hecho, por lo que no es posible conocer una cifra exacta", ha señalado la vicepresidenta. De todas formas, sí ha asegurado que, según las estimaciones del Banco de España, la cantidad total necesaria para completar esa recapitalización del sector financiero español "no será superior a 20.000 millones de euros".
"Eso no quiere decir que el FROB deba aportar esos 20.000 millones, porque el objetivo es que todo o parte esa cantidad pueda obtenerse en los mercados", ha añadido Salgado.
Esos 20.000 millones de euros "deben sumarse a las aportaciones ya hechas por el FROB o las distintas reestructuraciones" realizadas en el sector, pero en nigún caso alcanzan las cifras manejadas estas últimas semanas por algunas consultoras y agencias de calificación, que llegaron a estimar hasta más de 80.000 millones de euros adicionales a lo ya desembolsado.
Hasta ahora, y desde que comenzaron los problemas del sistema financiero internacional en 2007, "las entidades españolas se han recapitalizado en 40.000 millones de euros", ha informado la responsable de Economía.
De ellos, 13.000 millones de euros se han solicitado al FROB para llevar a cabo los diversos procesos de fusión entre cajas. Cuando lo creó, el Gobierno habilitó el FROB con 30.000 millones de euros, ampliables hasta 99.000 millones.