Enésimo desacuerdo entre el Polisario y Rabat
- Las partes volverán a reunirse en marzo en la ONU con nuevas ideas
- Marruecos propone que se amplíe la delegación saharaui
Marruecos y el Frente Polisario han concluido este domingo otra ronda de conversaciones informales sin acercar posturas sobre el futuro del Sáhara Occidental. Volverán a reunirse en marzo, cuando según el enviado especial de la ONU se esperan nuevas ideas.
"Como en las reuniones precedentes, las discusiones se han desarrollado en una atmósfera de compromiso serio, franqueza y respeto mutuo", ha dicho Christopher Ross, que ha precisado que las partes han vuelto a presentar las mismas propuestas y que sigue el desacuerdo.
La cita, que se ha desarrollado este fin de semana a puerta cerrada en las instalaciones de Naciones Unidas en la Manhassett, en la periferia de Nueva York, es la quinta en unos meses que no consigue poner en marcha una negociación formal.
Antes, entre el 2007 y el 2008, llevaron a cabo otras cuatro rondas de negociación directa sobre cuestiones de fondo, también fracasadas.
Rabat insiste en que su propuesta de autonomía es la única salida al conflicto que dura más de 30 años en la ex colonia española, mientras que el Polisario defiende la celebración de un referéndum con la independencia entre una de las opciones.
Ross esperaba de la reunión "enfoques innovadores”, tal y como las partes habían aceptado en el último encuentro celebrado el pasado diciembre. Pero esas novedades se hacen esperar: "Las dos partes presentaron y abordaron de forma preliminar ideas concretas que se desarrollarán en la próxima reunión” que tendrá lugar en marzo en una fecha no concretada.
Rabat ha propuesto ampliar la composición de la delegación saharaui a otros representantes de la población, según una nota de la agencia oficial del país.
Gesto humanitario
En el terreno humanitario, las dos delegaciones se han felicitado por los avances para facilitar las visitas familiares entre los refugiados en los campamentos de Tinduf y los habitantes en la zona ocupada por Marruecos.
A comienzos de año se reanudaron los viajes por avión, tras diez meses de bloqueo, y se va a negociar un plan para que también se puedan realizar por vía terrestre.
Las partes firmaron un alto el fuego en 1991 que incluía el compromiso de celebrar un referéndum de autonomía para el Sáhara. La ONU tiene desplegada una misión de cascos azules con ese objetivo, del que Rabat se ha desentendido.
El gobierno marroquí cuenta además con el apoyo de varias potencias, fundamentalmente Francia, para que las tropas internacionales no tengan competencias en materia de derechos humanos.
En noviembre, se produjeron los incidentes más graves en dos décadas cuando Marruecos desalojó un campamento de protesta saharahui a las afueras de Al Aaiún. En la acción, las fuerzas alauís “pisotearon” los derechos de los civiles, según Amnistía Internacional.