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Sarkozy reconoce su 'mea culpa' en la posición de Francia respecto a Túnez

  • El presidente galo asegura que no intervinieron por su calidad de antigua potencia colonizadora
  • Un hombre ha intentado quemarse a lo bonzo en la capital francesa

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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha reconocido este lunes que no anticiparon la amplitud que tuvo la revuelta tunecina y que por ello no dieron más apoyo a la oposición al ex presidente Zine el Abidine Ben Alí.

"Había una desesperación, un sufrimiento, un sentimiento de hartazgo que no consideramos en su justa medida", ha asegurado Sarkozy en una rueda de prensa de presentación de las grandes líneas de la política internacional de Francia para 2011.

Sin embargo, el presidente galo ha señalado que Francia no podía intervenir más en el país porque en su calidad de antigua potencia colonizadora debe tener una "obligación de reserva" para que no se le acuse de intervencionismo.

"El pueblo francés es solidario con el de Túnez en su camino hacia la libertad. Una era nueva se abre para las relaciones entre Francia y Túnez", ha explicado Sarkozy, quien ha señalado que su Gobierno prepara una conjunto de medias para ayudar al país magrebí.

La oposición tunecina exiliada en Francia

El jefe de Estado francés ha negado ser el principal pilar del régimen de Ben Alí y ha recordado que la mayor parte de la oposición tunecina en el exilio estaba en suelo galo pese a las tensiones diplomáticas que ello provocaba con Tunicia.

El presidente francés ha afirmado que el derecho de reserva aplicado en Túnez también sirve para el resto de las ex colonias galas para "no dar la imagen de un país que conserva prácticas coloniales".

"La potencia colonial siempre es ilegítima para hacer un juicio sobre un país. Reivindico una cierta reserva cuando se trata de comentar los eventos en países que han sido Francia y que ya no lo son. Rechazo que Francia sea considerada como un país que conserva reflejos coloniales", ha afirmado.

Intentan quemarse a lo bonzo en París

Estas declaraciones se producen justo el día en el que las autoridades locales han informado de que un hombre intentó el sábado quemarse con gasolina en el Arco del Triunfo, durante una manifestación por el pueblo tunecino.

El intento de inmolación tuvo lugar en el transcurso de una manifestación, que reunió a unas 800 personas y que se dirigían hacia la embajada de Túnez en París, ha indicado este lunes la Prefectura de Policía de París..

El hombre se disponía a quemarse cuando los policias intervinieron para impedirlo, según una información del diario Le Parisien. El hombre, cuya identidad no se ha revelado, fue llevado a una comisaria cercana.

La inmolación de un joven que se quemó a lo bonzo el 17 de diciembre a Sidi Bouzid, en el centro de Tünez, es el origen de la revuelta popular que ha provocado la caída un mes más tarde del régimen del presidente Zine El Abidine Ben Alí. Después, se han producido varios intentos de suicidio similares, algunos mortales, en países próximos a Túnez como en Argelia, Egipto o Marruecos.