Valeriano Gómez afirma que Zapatero jugó un papel fundamental en el pacto de las pensiones
- Cree que actualmente se hace mal uso de la jubilación parcial
- Niega que el Gobierno apoye la eliminación del descuelgue salarial
- Aboga por el logro de un gran pacto social
- Calcula cuando te podrás jubilar
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, asegura que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo un papel "fundamental" en el pacto de la reforma de las pensiones y "alimentó" la negociación con "sus decisiones de visión".
El responsable de Trabajo también alaba el "papel muy activo" que ha tenido la CEOE en la negociación de la reforma, algo a lo que, a su juicio, ha contribuido el relevo en la cúpula de la patronal, que ahora ocupa Juan Rosell.
De las críticas de CCOO y UGT, que aseguran haber evitado que el Ejecutivo "destrozara" el sistema público de pensiones, Gómez destaca que el acuerdo logrado con ellos no reduce la capacidad de influencia de la reforma.
"Ni era un destrozo el planteamiento inicial del Gobierno -elevar la edad de jubilación a los 67 años y exigir 41 años de cotización para cobrar el 100 % de la prestación- ni es un mal diseño el planteamiento final fruto del acuerdo", asegura Valeriano Gómez.
La reforma está pensada para fortalecer el sistema de pensiones y el pacto logrado no la "minimiza", resalta Gómez.
Alerta de que se ha hecho un mal uso de la jubilación parcial
El ministro ha afirmado que, con las medidas que adopta la nueva reforma de pensiones en materia de jubilación parcial, se va conseguir un ahorro de entre el 25 y el 30 % del gasto actual que dedica la Seguridad Social a ese capítulo.
El ministro ha explicado que ese porcentaje de reducción se conseguirá al final del período transitorio que contempla la reforma para su desarrollo, que es desde el 2013 al 2027.
Según el ministro, la jubilación parcial tiene como objetivo permitir que haya un ajuste "no traumático" en las empresas, ya que éstas incorporan nuevos trabajadores a través de un contrato de relevo de otros empleados.
Así, los trabajadores de 61 años que son relevados sólo tienen que ir a trabajar un tramo de jornada, al tiempo que perciben su pensión.
Según Gómez, aunque la jubilación parcial es un mecanismo "bien intencionado", se ha convertido en un "mero instrumento de jubilación anticipada", a la que se accede dos años más tarde, a los 63 y a través de despidos.Por eso, con la nueva reforma las empresas van a tener que asumir el coste total del relevista y del trabajador relevado.
Para que suceda así se fija un plazo transitorio de 15 años, que se iniciará en enero de 2013, fecha de entrada en vigor de la reforma.
El ministro de Trabajo también defiende que la reforma contribuirá a la reducción de la economía sumergida porque está orientada a lograr mayores carreras de cotización a la Seguridad Social para percibir luego mejores pensiones.
La reforma eleva la edad de jubilación en dos años, a los 67, y para cobrar el 100 % de la pensión se exigirá, de forma gradual, 37 años cotizados.
Además, permite que los trabajadores se sigan jubilando a los 65 años con el 100 de la prestación, para lo que se requerirán 38,5 años de cotización, pero también progresivamente.
Mantener las condiciones pactadas más allá de la vigencia del convenio
Valeriano Gómez no cree que sea una "buena solución" que al término de la vigencia de un convenio colectivo no haya continuidad en las condiciones pactadas, es decir, que se elimine la denominada ultra actividad de los convenios.
El ministro afirmó que el Gobierno "nunca" ha dicho que eliminar la ultra actividad fuera una solución ni que mejore el funcionamiento de la negociación colectiva.
Esta cuestión, junto a la revalorización salarial de acuerdo con el Índice de Precios de Consumo (IPC) forman parte de los asuntos que están tratando los sindicatos y la patronal en un ámbito bipartito de negociación, en el que no interviene el Gobierno.
No obstante, el Ejecutivo tomará una decisión al respecto en marzo como fecha límite, tal y como se establece en la reforma laboral.
Gómez subrayó que el Gobierno "siempre" ha sostenido como algo "bueno" que al término de la vigencia de un convenio hubiera un plazo razonable de tiempo, "de años", para que los negociadores recompusieran la situación, renovaran sus pactos y sus formas de "entendimiento y regulación de las relaciones laborales" en una empresa o en un sector.
En caso de no lograrlo en ese plazo, "suficientemente dilatado", debería de haber una "ley o un acuerdo interconfederal" en un ámbito obligatorio para que las partes pudieran determinar el someterse a un arbitraje o mediación.
Como ejemplo, Gómez citó el caso de los controladores aéreos, quienes, tras varios años sin renovar su convenio colectivo, finalmente han terminado en un arbitraje decidido por ellos mismos.
La idea del Gobierno es trasladar ese esquema al ámbito de la negociación colectiva y establecer que, en caso de que transcurra un determinado tiempo sin renovar un convenio que haya perdido su vigencia, se prevea una forma de "sustanciar las diferencias" a través de un arbitraje dentro del convenio.
También se debaten las clausulas de descuelgue salarial
Otra cuestión que se debate en la mesa de negociación bipartita es la revisión de las cláusulas salariales. Al respecto, Gómez no cree que sea una buena solución ahora eliminar el "descuelgue" salarial (la no aplicación por parte empresarial de asuntos pactados en convenio) previsto en la reforma laboral y que se trata de una decisión que debe llevarse a cabo a través de un acuerdo. "Es decir, no estamos ante una decisión autónoma del empresario".
La negociación colectiva, aunque tiene carácter bipartito, forma parte del gran pacto social que se negocia de forma tripartita entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal.
El ministro prefiere que las partes pacten porque considera que es la mejor forma de garantizar el buen desarrollo de la reforma de la negociación colectiva.
En este sentido, dijo que ya hay una declaración general sobre lo que pretenden hacer y añadió que, "si lo logran y desarrollan, el Gobierno tiene la intención de respetarlo".
En busca de un gran pacto social
Los contactos para alcanzar el gran pacto social se mantienen de forma intensa y, además de las nuevas políticas activas de empleo, las de energía, I+D+i o la reforma laboral, también se intenta precisar la cuantía del nuevo programa para los parados de larga duración en sustitución de la ayuda de 426 euros.
Según el titular de Trabajo, la cantidad todavía no está fijada, pero avanzó que "mejorará" los 350 euros. "No será una cantidad muy distinta de la que existía antes y tampoco de la que el Gobierno quería poner en marcha", precisó Gómez, quien sí subrayó que la ayuda siempre irá ligada a la formación.