Los despedidos al final de su vida laboral podrán calcular su pensión contando más de 25 años
- Así se recoge en el documento del pacto social global, que incluye las pensiones
- Los incentivos para prolongar la vida laboral oscilarán entre el 2% y el 4% por año
- Consulte el documento íntegro del pacto social entre Gobierno y agentes sociales
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Los trabajadores que hayan sido despedidos al final de su vida laboral podrán ampliar el período para calcular la cuantía de su pensión más allá de los 25 años estipulados en la reforma de las pensiones y, de esta forma, "evitar perjuicios" al reducirse sus bases de cotización durante su estancia en el paro.
Así se recoge en el documento del pacto económico y social y que este miércoles ratificarán el Gobierno y los agentes sociales en La Moncloa sobre la reforma de las pensiones. Esa reforma señala que, por ley, dicho período de cómputo pasará de los 15 años actuales a 25.
El texto definitivo del acuerdo también detalla algunas de las novedades, como los incentivos que se ofrecerán para prolongar la vida laboral de forma voluntaria más allá de los 65 o de los 67 años, en función de las carreras de cotización.
De esta manera, si el trabajador quiere seguir en activo después de los 67 años y ha cotizado menos de 25 años, la bonificación anual será del 2%, mientras que si ha cotizado entre 25 y 37 años, el incentivo aumenta al 2,75%. Para los trabajadores que al llegar a los 65 o a los 67 años, ya hayan completado su carrera de cotizaciones, el incentivo será del 4% por cada año que alarguen la vida laboral.
Integración de regímenes
Asimismo, la reforma de las pensiones también introduce en el Régimen General a los trabajadores por cuenta ajena que hasta ahora cotizaban en el REASS (Régimen Agrario). Se realizará a través de un sistema que equiparará las prestaciones y que se habilitará de forma progresiva.
Además, el documento no descarta la integración del Régimen Especial de Empleados del Hogar en el General y añade que se revisará durante la tramitación parlamentaria de la reforma.
También deja abierta la posibilidad de establecer "posibles escenarios de financiación complementaria" al sistema de la Seguridad Social en el medio y largo plazo, ya que el documento indica que el Gobierno y los agentes sociales lo examinarán porque ésa es una de las recomendaciones del Pacto de Toledo.
Finalmente, el texto no fija una única edad legal de jubilación, sino que puntualiza que la jubilación por ley se sitúa en "un intervalo" entre los 63 y los 67 años, vinculando la jubilación a los 65 años a carreras de cotización de 38,5 años y la de los 67 a carreras de 37 años, para poder acceder a la pensión íntegra.