Mubarak no se presentará a las próximas elecciones pero se queda en Egipto
- Defiende que había tomado su decisión antes de las protestas
- Obama ha instado a comenzar "ahora" una transición ordenada
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"Os digo con toda sinceridad que, a pesar de las actuales circunstancias, no tenía intención de participar en las próximas elecciones". Así anunciaba el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, que no volverá a presentarse a las elecciones pero que, hasta entonces, sí permanecerá en el poder.
Ha sido su primera intervención hacia el pueblo egipcio desde que ha comenzado la crisis y han sido poco más de diez minutos en los que las palabras de "seguridad" y "orgullo", tanto por su país como por su labor en lo que ha durado su mandato, han sido las que más se le han escuchado.
La intervención más esperada
Mubarak también ha querido dejar claro el motivo de su decisión: "He agotado mi vida sirviendo a Egipto y a su pueblo". Y, además, también dejaba claro que su futuro está y estará ligado al país ya que morirá en Egipto y será la historia el que le juzgue.
En su discurso no ha habido ninguna mención a su histórico aliado, Estados Unidos, que ha ido modificando su postura desde que se iniciaran las protestas. Una postura que, horas antes de la intervención televisada, terminaba con una petición explícita del presidente de que abandonara la presidencia. Obama rompía así con 30 años de alianza con Mubarak.
Ahora, la gran duda llega de la mano de cómo serán los meses que quedan hasta las elecciones de septiembre. Según él, será tiempo de colaborar y hablar con la oposición: "Pido a todas las fuerzas políticas que participen en las negociaciones".
De este modo, parece no tener en cuenta el rechazo explícito que hasta el momento no han dudado en manifestar todos los partidos que pedían su salida del país.
“Soy un nacionalista, un patriota como todos los egipcios y moriré aquí“
Entre lo que pretende pactar con las fuerzas políticas está, según ha afirmado, una petición al Parlamento para que cambie la legislación que fija las condiciones para poderse presentar como candidato presidencial.
Entre los puntos más controvertidos de estas condiciones está el hecho de que se impide que pueda aspirar a la Presidencia el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei.
El papel de la oposición
De este modo, parece que su hijo menor, Gamal, que había surgido como la figura de recambio que tenía preparada el régimen en caso de que él se retirara de la carrera presidencial, deberá medirse con los demás como uno más.
También ha manifestado que pedirá al Parlamento que dé curso a las impugnaciones presentadas por los resultados de las últimas elecciones legislativas, en noviembre y diciembre pasado, que se desarrollaron entre múltiples denuncias de fraude.
En cuanto a la situación actual que vive Egipto, ha lamentado lo que ha denominado "actos lamentables" que se han producido en todo el país. "La realidad obliga a ciudadanos y dirigentes a elegir entre el caos y la estabilidad", ha sentenciado.
Unas manifestaciones de las que, por cierto, asegura que determinados grupos políticos que no ha identificado están "sacando provecho, manipulando y tomando ventaja".