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¿Por qué nadan de pie los caballitos de mar?

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

El caballito de mar o hipocampo es uno de los animales marinos más encantadores y extraños que existen. Realmente hace honor a su nombre. Su hocico alargado combinado con esas aletas pectorales que parecen orejas, hacen que la parte superior de su cuerpo parezca la cabeza de un caballo, de los que andan por tierra firme.

Pero lo que quizá más nos atrae de este animal es su capacidad de nadar de pie. Un equipo de científicos de la Universidad de Amberes en Bélgica ha investigado sobre este asunto y tiene su particular teoría para explicarlo.

Los investigadores han estudiado la mecánica del cuerpo del caballito de mar, han hecho cálculos matemáticos y experimentos con simuladores, y han concluido que nadar de pie les da ventaja a la hora de cazar.

Que la forma de su cabeza, el cuello y la postura de su tronco les permite capturar sus presas preferidas, las gambas, cuando están a mayor distancia.

Esto en comparación con los peces aguja, que son otros peces, parientes cercanos de los caballitos de mar, prácticamente iguales, pero que nadan en horizontal.

Discrepancias entre científicos

No está de acuerdo con la teoría de los belgas otro grupo de científicos, esta vez de la Universidad de Sydney en Australia. Ellos también buscan una explicación a la forma de nadar de los caballitos de mar.

Y su teoría es que es un detalle más de su disfraz de camuflaje. Han averiguado, mediante estudios genéticos, que los caballitos y los peces aguja descienden de un antepasado común.

Y que cuando parte de estos antepasados comenzaron a vivir en las praderas submarinas, es decir, en aguas bajas con vegetación vertical -con césped acuático- evolucionaron incorporando la natación vertical a su disfraz. Y además, nadar de pie no solo les hace casi invisibles en ese entorno, también les permite agarrarse a las matas de cesped con la cola.

Un animal muy discreto

Existen unas 275 especies de caballitos. Y todas son expertas en pasar desapercibidas. Sus colores siempre están acorde con la vegetación marina que les rodea.

Su cuerpo está incluso cubierto con placas que algunas especies tienen desarrolladas de tal forma que imitan con absoluta perfección las algas. Pero a pesar de su magnífico disfraz, la inmensa mayoría de los hipocampos está en peligro de extinción.

Cada año millones de estos animales son capturados y disecados. Algunos se venden como souvenir y otros son molidos porque la medicina tradicional china atribuye a los polvos poderes curativos. Por lo visto, dicen, cura el asma. Una falacia que incentiva su caza indiscriminada.

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