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La batalla entre partidarios y contrarios a Mubarak deja al menos 3 muertos y más de 600 heridos

  • El fallecido es un soldado que se cayó por un puente
  • El ejército asiste impasible a los primeros choques entre egipcios
  • Partidarios de Mubarak han llegado a la plaza Tahrir a enfrentarse a opositores
  • Se ha desatado una guerra con piedras, palos, camellos y cócteles molotov

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Violentos enfrentamientos en El Cairo entre partidarios y detractores de Mubarak

Al menos tres personas han muerto y más de 600 han resultado heridas en los violentos enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente egipcio, Hosni Mubarak, en los alrededores de la plaza Tahrir, el epicentro de las protestas contra el régimen, primero con piedras y palos y posteriormente con cócteles molotov y gases lacrimógenos.

El portavoz del Ministerio de Sanidad, Abdelrahman Shahin, ha informado a la televisión pública de que el único fallecido es un recluta de las Fuerzas Armadas que perdió la vida al caerse desde un puente situado en las proximidades de la plaza Tahrir.

Los lesionados llegan a 639, la mayoría de ellos por pedradas, sin que se hayan registrado heridos por armas de fuego.

Balances anteriores apuntaban a al menos 500 heridos en los choques, que han llegado a los alrededores del Museo Egipcio -que alberga tesoros arqueológicos de valor incalculable- provocando un incendio.

El ejército ha conseguido sofocar el fuego, que ha afectado a un árbol cerca del Museo, pero no ha intervenido apenas durante los enfrentamientos, que transcurren en estos momentos en los alrededores de la plaza, de la que han salido tras varios disparos de disuasión por parte de los militares, que hasta entonces han permanecido impasibles dentro de sus tanques.

El enviado especial de RNE a Egipto, Paco Forja,s realata cómo el ejército ha lanzado disparos al aire para acabar con los choques entre partidarios y detractores del presidente Hosni Mubarak.

Impasibilidad del ejército

El líder opositor, Mohamed El Baradei, ha pedido a las fuerzas armadas que intervengan .

"El Ejército debe tomar una posición ahora y no seguir neutral", ha declarado El Baradei en declaraciones a la cadena catarí de televisión por satélite Al Yazira.

La coalición de la oposición anti-Mubarak denuncian que agentes de policía vestidos de civil han entrado en la plaza de la Liberación en El Cairo, algo que el Gobierno egipcio rechaza.

"Pido al Ejército que intervenga para proteger la vida de los egipcios", ha solicitado el premio Nobel de la Paz, que ha considerado que "lo que sucede es una tragedia en la historia de Egipto por parte de un régimen que ha perdido su legitimidad".

El Baradei ha subrayado que la oposición posee pruebas de que los atacantes son policías y ha advertido de que la manifestación de la oposición convocada para el próximo viernes será más grande que la del martes para conseguir que Mubarak abandone el poder.

¿Policías infiltrados?

"Lo que está sucediendo ahora es que grupos de matones han salido a atacar a manifestantes pacíficos y se ha probado que son oficiales de policía vestidos de civil, tenemos sus carnés de policía -ha proseguido El Baradei-. Eso significa que el régimen no respeta los derechos humanos y que no duda en atacar al pueblo para permanecer en el poder".

Sin embargo, según informa el enviado especial de RNE a Egipto, Paco Forrjas, los pro-Mubarak son gente joven, de apenas 18 años, que están siendo linchados por una turba de decenas de personas. En cuestión de minutos hemos pasado de una reivindicación pacífica a la más sangrienta venganza contra los que apoyan al presidente.

Partidarios y contrarios al presidente egipcio, Hosni Mubarak, se enfrentan de forma violenta en la simbólica plaza Tahrir, en el centro de El Cairo.

Entre los partidarios de Mubarak había algunos que llegaron al lugar montados a caballo y en camellos, irrumpiendo en la plaza a galope y armados con palos y látigos, pero fueron contenidos por grupos de manifestantes. Algunos han caído de los animales y han sido golpeados y arrastrados por el suelo.

El contrataque pro Mubarak

"Estos son los matones del Partido Nacional Democrático. Estaba en la entrada de Tahrir haciendo un escudo humano y entonces un grupo se enfrentó a nosotros y me golpeó con una piedra", ha explicado Waleed, con su cabeza cubierta de sangre. "Quiero que Mubarak se vaya".

La enviada especial de TVE, Érika Reija, informa de que, a pesar de que los partidarios de Mubarak son una gran minoría, "arman mucho ruido y se comportan de forma agresiva, hasta el punto de que han dado una patada a la cámara de mi compañero Francisco Magallón".

Tras nueve días de protestas contra el régimen de Mubarak y la 'marcha del millón' de este pasado martes, los partidarios de Mubarak decidían salir este miércoles a las calles porque están satisfechos con el discurso del presidente en el que anunció que no se presentará a la reelección.

Cerca de 5.000 personas han demostrado su apoyo al régimen en el puente 6 de Octubre, en la sede de la televisión estatal y en las calles aledañas a la plaza Tahrir, donde se concentraban los anti-Mubarak.

El ruido de los claxones era ensordecedor. Los jóvenes a bordo de sus vehículos agitaban banderas, exhibían pancartas y gritaban "¡Sí Mubarak!, ¡No El Baradei!, todo ello sin dejar de tocar las bocinas.

En el otro lado, en la plaza de la Liberación, se encontraban los miles de manifestantes anti-Mubarak con las misman consignas: "Si Mubarak no se va, nosotros tampoco". Algunos han pasado la noche en la plaza al calor de las hogueras.

A pesar de que el Ejército ha pedido a los manifestantes que vuelven a sus casas y ha acortado el toque de queda, que ya está en vigor, se han quedado en la plaza, a la que ha llegado un centenar de partidarios de Mubarak.

Tras unos momentos de tensión y ante la pasividad de los tanques del ejército que custodian los accesos, ambos bandos se han enfrentado con piedras y palos, en unos hechos sin precedentes en el país.

"Hemos visto que ha llegado lo que jamás habíamos esperado. Los enfrentamientos entre egipcios, es la guerra civil", ha lamentado Mohamed Sayed Mustafá, en la misma plaza Tahrir.