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Las mujeres podrán procesionar en todas las hermandades de la Semana Santa de Sevilla

  • El arzobispo de Sevilla decreta la igualdad de hombre y mujer en las cofradías
  • Las hermandades que no permitían nazarenas aseguran que acatarán el decreto

Ver también:Ver también: Decreto del arzobispo de Sevilla sobre igualdad (PDF)

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Esta Semana Santa, todas las mujeres que así lo deseen podrán procesionar como nazarenas o ser costaleras de un paso en cualquier hermandad y cofradía de la archidiócesis de Sevilla.

Lo podrán hacer porque el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha firmado un decreto que determina "la plena igualdad de derechos" de los miembros de las hermandades y cofradías "sin que sea posible discriminación alguna en razón del sexo, incluida la participación en la estación de penitencia como acto de culto externo".

Las hermandades "acatarán" el decreto

Así, quedan "derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango normativo, incluyendo las Reglas de las Hermandades y Cofradías, contradigan esta norma", que será publicada en el Boletín Oficial de la Archidiócesis de Sevilla.

Hasta este 2011, cinco hermandades (tres en Sevilla capital y dos en pueblos de la provincia) no permitían que las mujeres participaran el acto de penitencia.

Las tres que aún no habían autorizado la salida de hermanas nazarenas en la capital hispalense son El Santo Entierro, la Quinta Angustia y El Silencio, (que procesiona en La Madrugá), Estas dos últimas ya han anunciado que acatarán la norma del arzobispado.

"Estamos supeditados a las autoridades eclesiásticas y se acatará", ha dicho Alberto Ybarra, Hermano Mayor de El Silencio, en declaraciones a Europa Press.

Las primeras mujeres, hace 20 años

Las primeras mujeres que participaron como nazarenas en las procesiones de la Semana Santa sevillana fueron las de las hermandades de Javieres y La Vera Cruz, hace ya más de dos décadas.

"Como Pastor de la Iglesia de Sevilla no puedo ignorar sino acoger, con solicitud e interés, la petición de cuantas hermanas, ante las dificultades encontradas en el seno de sus hermandades, expresan su vivo deseo de participar, en igualdad de condiciones con sus hermanos, de tan piadoso instrumento de santificación", argumenta monseñor Asenjo.