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La economía española acelera a final de año y cae un 0,1% en 2010, menos de lo esperado

  • El retroceso del PIB es dos décimas inferior a lo previsto por el Gobierno
  • Para 2011, se espera que continúe la "suave recuperación" de la actividad

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La economía española aceleró en el último trimestre del año pasado hasta crecer un 0,2% respecto al trimestre anterior, en el que se mantuvo estancada, lo que ha permitido cerrar el año con un descenso del Producto Interior Bruto del 0,1%, menor del previsto inicialmente, según los datos publicados por el Banco de España en su último boletín económico.

El PIB del conjunto del año es una media de las tasas interanuales, la comparación de cada trimestre con el mismo del año anterior, lo que explica la caída de 2010, a pesar de que la economía ha ido creciendo ligeramente cada trimestre respecto al anterior, salvo el tercero, en el que no hubo crecimiento.

El retroceso de la economía en 2010 estimado por el Banco de España es dos décimas inferior a la previsión inicial del Gobierno,  que esperaba una caída del 0,3%; posteriormente, el Ministerio de Economía corrigió esa cifra, pronosticando un retroceso del sólo el 0,2%, que el dato del Banco de España también mejora.

"El dato es un poco mejor de lo que el Gobierno había previsto, pero mucho mejor que lo que habían previsto algunos institutos y organismos internacionales: nuestras previsiones se están cumpliendo, en déficit y en crecimiento", ha comentado en este sentido el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras el Consejo de Ministros.

Sobre el alcance de ese dato, Rubalcaba ha admitido que es "un crecimiento muy modesto, que indica que poco o poco, muy despacio, estamos empezando a crecer. Se trata de que sea más sólido y se traduzca en creación en empleo". De hehco, el organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez señala en su informe trimestral que el dato anual responde en parte al efecto del "significativo retroceso" del PIB en 2009 (3,7%), lo que mejora la comparación.

Una "suave recuperación"

En este sentido, explica que la economía española inició a lo largo de 2010 una senda de "suave recuperación", sometida a algunas oscilaciones como consecuencia del efecto que algunas medidas de naturaleza transitoria (en referencia a programas como la ayuda para la compra de automóviles, que impulsó la demanda en el primer semestre) tuvieron sobre el perfil del gasto interno. A su parecer, el "débil avance" de 2010 contrasta con los registros "más elevados" de otros países de la zona euro, lo que pone de manifiesto el "mayor alcance" de la crisis en España y el impacto del proceso de ajuste en el crecimiento.

A pesar de la caída del 0,1% del año pasado, el Banco de España estima que la economía volvió a crecer un 0,2% en tasa interanual en el cuarto trimestre del año tras el estancamiento registrado entre julio y septiembre, lo que le permitió crecer a un ritmo del 0,6% en tasa interanual.

De cara al año 2011, cree que las perspectivas aún dibujan un horizonte de recuperación "lenta" y "muy dependiente" del sector exterior, condicionada por el ajuste fiscal y el proceso de saneamiento del sector privado. Además, asegura que este escenario está sujeto a una "gran incertidumbre" y a los riesgos asociados a las tensiones en los mercados de deuda soberana, que si se prolongan, podrían propiciar un endurecimiento adicional de las condiciones de financiación y un deterioro de la confianza de los agentes.

El consumo tira de la actividad

Por componentes, en 2010 la demanda nacional cayó un 1,2% frente al descenso del 6% registrado en 2009 gracias al comportamiento "más favorable" del consumo de los hogares y de la inversión empresarial, que registraron tasas positivas de crecimiento. La demanda exterior neta, por su parte, mitigó el impacto de la contracción del gasto interno sobre la actividad, con una contribución positiva de 1 punto porcentual, inferior a la del año precedente, que fue de 2,7 puntos.

El consumo creció un 1,2% en 2010 -el doble de lo previsto- frente al descenso del 4,2% del 2009 en un entorno de disminución de la renta disponible de las familias y de pérdida de poder adquisitivo por el aumento de la inflación. Por su parte, la riqueza también disminuyó, aunque con menor intensidad que en 2009, lo que hizo que la tasa de ahorro de los hogares cayera con intensidad a lo largo de 2010, hasta el 14,4% de la renta disponible.

Por el lado de la oferta, durante el cuarto trimestre se produjeron aumentos en el valor añadido de la industria y de los servicios de mercado, mientras que en la agricultura y, sobre todo, en la construcción, se observaron sendos descensos. En el conjunto del año, la reactivación basculó sobre las actividades manufactureras (1,4%) y los servicios de mercado (0,6%) frente a la intensificación de la caída del valor añadido de la construcción (-6,9%).

El desempleo sigue subiendo

En conjunto, el "tímido avance" de la producción no fue suficiente para generar empleo neto que, según el Banco de España, continuó contrayéndose por décimo trimestre consecutivo, lastrado por la desfavorable evolución de la construcción, pero también por las dificultades de las otras actividades para crear puestos de trabajo.

Sobre los precios, el Banco de España asegura que el reciente repunte del IPC, que según el indicador adelantado del INE escaló hasta el 3,3% en enero, debería ser "temporal", puesto que una parte "significativa" del mismo obedece al impacto "transitorio" de algunas medidas impositivas (subida del IVA y del impuesto sobre el tabaco) y de alzas de determinados precios regulados (gas y electricidad).

Por ello, estima que la inflación acabará el año en el 1,7%, lejos del 3% en que se situó en diciembre de 2010, a pesar de que prevé que repunte hasta el 3,5% en febrero para ir después desacelerándose progresivamente a lo largo de 2011.