La fiscalía denuncia a responsables de la central de Ascó por la fuga de 2007
- La dirige contra director, jefe de Protección Rafdiológica y jefe de explotación
- Todos están acusados de delitos contra la seguridad colectiva
La Fiscalía de Tarragona ha interpuesto hoy una denuncia contra los responsables de la central nuclear de Ascó en el momento de la fuga de partículas radiactivas ocurrida en noviembre de 2007, ha informado el portavoz de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
La denuncia, interpuesta en el juzgado de Gandesa (Tarragona), se dirige contra R.G.P, director de Asco 1 durante los hechos; F.G.T, jefe del servicio de Protección Radiológica de la central en esa época; J.S.R., jefe de explotación de la planta en 2007, y A.G.R., inspector residente titular de Ascó 1 cuando se produjo la fuga.
Todos ellos están acusados de delitos contra la seguridad colectiva por exposición a radiaciones ionizantes a personas por imprudencia grave, además de los delitos contra el medio ambiente, otro contra los derechos de los trabajadores y un cuarto de falsedad documental.
En total, estos delitos pueden ser sancionados con penas que oscilan entre los 6 y los 16 años de cárcel.
Una fuga silenciada
La denuncia se centra en los hechos que ocurrieron en noviembre de 2007, cuando la central de Ascó I emitió al exterior partículas radiactivas de la que no informó hasta abril del año siguiente, y que ya ocasionó en 2009 la imposición de una multa de 15,39 millones de euros por parte del Ministerio de Industria, la más alta de la historia nuclear española.
El fiscal acusa a los máximos responsables de Ascó de cometer "inaceptables negligencias" que propiciaron que, desde noviembre de 2007 y durante cuatro meses, se emitieran al exterior centenares de partículas radiactivas "sin ningún tipo de control".
"Muy probablemente no se conocerá nunca el número total de partículas liberadas ni el destino final de todas ellas", advierte el fiscal de Medio Ambiente de Tarragona en su informe. Asimismo recalca que la causa de la fuga "no radica en ningún tipo de fallos en mecanismos o maquinarias, sino en negligencias, imprudencias y omisiones".
Sobre ello, el servicio de Medio Ambiente de la Fiscalía recuerda que fueron halladas partículas radiactivas en la orilla opuesta del río Ebro, en una chatarrería situada a 60 kilómetros de Ascó, e incluso en el zapato de un trabajador que salía de la central, mientras que "no se cancelaron las visitas de grupos de estudiantes a la central" una vez conocida la fuga y dispersión de partículas.
La Fiscalía recuerda en el escrito que el suceso se produjo mientras finalizaba la recarga de combustible, cuando un trabajador novel "siguiendo instrucciones verbales" vació de forma indebida un recipiente con 50 litros de líquido radiactivo que saltó a la rejilla de aspiración del circuito de ventilación de la central --que además no tenía en funcionamiento el sistema de ventilación de emergencia que habría evitado la emisión al exterior--.
El reactor de Ascó I, de 1.032 megavatios de potencia, produce al año más de 760.000 megavatios por hora y es el cuarto de mayor potencia instalado en España. Inaugurado en 1983 y propiedad de Endesa, su actual permiso de explotación vence en octubre de este año.