Obama pide una transición "verdadera" que no permita que el país "vuelva a viejas costumbres"
- Ha asegurado que EE.UU. "no diseñará" esa transición
- Las agresiones a periodistas y manifestantes, "inaceptables"
- Más información en el especial Revueltas en Egipto
Una transición "verdadera" que no consista en "meros gestos hacia la oposición" y que permita que "no se vuelva a viejas costumbres". Así es el futuro inmediato que el presidente, Barack Obama, quiere para Egipto.
Así lo ha asegurado en sus declaraciones tras una rueda de prensa junto al primer ministro canadiense, Stephen Harper, en la que también ha adelantado que no serán ellos los que diseñen la transición aunque sí pueden colaborar para "acelerarla": "Lo más importante ahora en Egipto es ver cómo se desarrolla una transición duradera y significativa".
Las claves de la transición
"Si hace gestos hacia la oposición pero lleva a la supresión de estos movimientos, no va a funcionar. Si hace como que acomete reformas, pero no se llevan a cabo reformas reales, no funcionará".
Según Obama, la cuestión clave para el presidente Hosni Mubarak, una vez que ha decidido no continuar en el poder tras las elecciones de septiembre, debe ser "cómo deja un legado" para el pueblo egipcio.
"Espero que termine tomando la decisión correcta", ha sostenido el presidente estadounidense.
Por otro lado, también ha querido reiterar que los episodios de violencia, en particular los ataques a periodistas y defensores de los derechos humanos, sufridos en Egipto en los últimos días son "inaceptables".
"Escuchar al pueblo"
Mientras, este viernes, decenas de miles de egipcios han acudido a las calles de las principales ciudades del país para exigir, un día más, la salida del presidente Hosni Mubarak, en desafío a la violencia desatada por partidarios del régimen desde el miércoles.
La concentración de este viernes se ha diferenciado de las anteriores por una mayor organización y, sobre todo, por las grandes medidas de seguridad instaladas en torno a la plaza Tahrir para evitar una confrontación directa con los partidarios de Mubarak.
El Cairo no ha sido el único escenario este viernes de grandes concentraciones para pedir la salida de Mubarak: en Alejandría, la segunda ciudad del país, decenas de miles de personas protestaron en un ambiente "festivo y pacífico".