Cándido Méndez, el líder de UGT, rechaza desligar los salarios de la inflación
- Recuerda que en España la inflación es más alta que en Alemania
- La revisión salarial se pacta y depende de su claúsula, el IPC y la productividad
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, se ha mostrado contrario a desvincular las tasas de inflación del crecimiento de los salarios en los procesos de negociación colectiva. La patronal plantea que la vinculación de incrementos salariales y productividad es una posibilidad que los sindicatos deberían mirar "con buenos ojos".
Méndez ha participado en Bilbao en una reunión con dirigentes de la UGT de Euskadi para analizar diversos aspectos del acuerdo sobre pensiones firmado con el Gobierno y la patronal el pasado día 2 y abordar el proceso de debate sobre la reforma de la negociación colectiva que comenzará próximamente.
Posteriormente, Méndez ha recordado que en España funciona desde hace años un modelo "pactado" para la formación de los salarios que se apoya en tres elementos, "que deben funcionar armónicamente y al unísono: la previsión de inflación, la cláusula de revisión y el reparto negociado de la productividad".
España, "a diferencia de Alemania, que es el ejemplo recurrente", ha recalcado, tiene unos niveles de inflación "endémicamente altos" que la negociación colectiva "debe tener en cuenta".
Además, según ha señalado, la estructura productiva de Alemania, con "empresas grandes y un sector industrial poderoso", no es comparable con la española y ha insistido en que UGT va a seguir defendiendo el actual modelo de formación de salarios, "porque creemos que es el mejor para nuestro país".
Flexibilidad interna
En ese proceso negociador, según ha adelantado, UGT va a apostar "por la flexibilidad interna en las empresas frente a las contrataciones precarias y a las facilidades para el despido que recoge la reforma laboral", lo que implicará una mayor participación de los sindicatos en el ámbito de la empresa.
El líder de UGT ha señalado también que uno de los objetivos de su central en este proceso va a ser "corregir" el "efecto letal" para el empleo que supone la "mezcla" del mecanismo de "descuelgue" unilateral de los convenios colectivos, que la reforma laboral atribuye al empresario, junto a la posibilidad de despido objetivo ligado a la disminución de ingresos.