Brasil recorta el gasto público de 2011 en 30.000 millones de dólares para frenar la inflación
El Gobierno de Brasil ha anunciado este miércoles un recorte presupuestario de 30.000 millones de dólares (22.050 millones de euros) en este año 2011 para tratar de frenar la aceleración que registra la inflación.
El ministro de Finanzas del nuevo gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, Guido Mantega, ha asegurado que el ajuste no afectará a los programas sociales ni a las inversiones en infraestructuras.
"Eliminamos todos los beneficios fiscales que se adoptaron para respaldar la economía en 2009 y 2010, cuando debido a la crisis mundial, el Gobierno procedió a aplicar exenciones de impuestos, aprobó subvenciones y aumentó los gastos", ha recordado Mantega.
Con este recorte, el Gobierno persigue reducir la demanda y, así, contribuir a controlar la inflación que cerró 2010 en un 5,9%, muy lejos del objetivo que se había fijado el gabinete (4,5%).
Estos recortes equivalen al 1,2% del PIB del país sudamericano, un indicador estimado por el ministro en 2,5 billones de dólares en este 2011.
Mantega ha explicado que el ajuste se concentrará en el gasto público y afectará a todos los ministerios.
"Asegurar el crecimiento duradero"
La ministra del Plan, Miriam Belchior, ha añadido que no habrá ninguna reducción en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) que prevé enormes inversiones en infraestructuras.
"Vamos a seguir impulsando las inversiones", ha subrayado Guido Mantega, quien ha explicado que con este ajuste el Gobierno quiere "asegurar la continuidad del crecimiento duradero" de la economía brasileña.
El objetivo del Gobierno -ha recordado- es alcanzar este año un crecimiento del 5% del PIB, después de que haya logrado un incremento del 7,5% en 2010.
Además, ha insistido en que el Ejecutivo liderado por Rousseff se esforzará por controlar la inflación, reducir el déficit público y la deuda del país.