El déficit comercial se mantuvo en un 5% en 2010 debido a la dependencia energética del exterior
- El déficit del sector de la energía se mantiene en un 3%
- La diferencia entre exportaciones e importaciones fue la mitad que en 2007
El déficit comercial español se situó en 2010 en torno a un 5% del PIB -unos 50.000 millones de euros-, similar al del año anterior, pero que reduce a la mitad la dependencia española del exterior respecto al año 2007, cuando se alcanzó el récord histórico en este indicador.
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, ha adelantado este jueves esa estimación -aún falta la publicación del dato oficial- y ha destacado esa "importante corrección" en una comparecencia a petición propia ante la comisión correspondiente del Congreso de los Diputados.
Este resultado de 2010 llega después de que, debido a la crisis, el déficit comercial descendiera un 46,7% en 2009 respecto al año anterior -hasta quedar en 50.182,5 millones de euros-, debido a que las exportaciones se redujeron un 15,9% -se situaron en 158.254,3 millones-, y las importaciones cayeron un 26,2%, hasta quedar en 208.436,8 millones.
Importante debilidad energética
Sin dar aún datos tan precisos, Sebastián ha reconocido que el análisis pormenorizado de los datos de 2010 permite adivinar una importante debilidad energética de España, ya que la dependencia del exterior de ese sector de la energía hace que su déficit se mantenga en un "recalcitrante 3% del PIB", prácticamente idéntico al de 2007.
Además, el déficit comercial de España con la Unión Europea prácticamente ha desaparecido, al reducirse desde más de 40.000 millones de euros a 5.000 millones este año, mientras que el déficit no energético con el resto del mundo ha caído un 50%.
Aunque este último dato es una "reducción notable", en palabras de Sebastián, como la reducción es menor a la lograda en el comercio con la UE, demuestra que la aparición de las economías emergentes es un reto para conseguir cerrar el déficit externo.
Por el lado de la inversión, en los primeros diez meses de 2010 la inversión extranjera directa neta se incrementó un 5,5%, con un crecimiento especialmente significativo de la de EEUU, que aumentó un 79%.