¿Dónde está mi Goya?
- La casa de los padres es un buen lugar para guardar los premios
- Álex de la Iglesia tiene su Goya en casa de un vecino, o eso cree
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En las 24 ediciones de los premios de la Academia de Cine española que se han celebrado hasta ahora, se han repartido 670 estatuillas de Goya a otros tantos premiados. Pero, ¿a dónde van a parar estos bustos una vez lejos de los focos de la gala?
Por alguna extraña razón de condiciones atmosféricas o sentimentales, parece que el mejor lugar para conservar estas estatuillas de poco menos de tres kilos de peso son las casas de los padres. Muchos de los premiados confiesan a RTVE.es que son sus progenitores los encargados de custodiar tan preciado objeto, es el caso de Luis Tosar, Fernando Trueba o Pilar López de Ayala.
"Al final, los que nos dedicamos a esto, tenemos los premios para que nos los guarden nuestros padres", aseveraba a RTVE.es la actriz ganadora de un Goya por su papel protagonista en Juana la loca en el año 2002 y nominada este año como actriz de reparto por Lope.
Y el suyo estaba en casa de su madre hasta que hace poco ésta le dijo "Hija, el premio lo has ganado tú" y, como buena hija obediente, Pilar se lo llevó a su casa, y allí lo tiene en un despacho en una alacena "para que le dé la luz y el aire".
También en casa de la madre de Fernando Trueba están "casi todos" los premios Goya de su hijo, tres veces ganador del premio, dos como director (por El sueño del mono loco, en 1990, y Belle Époque, en 1993) y una por el mejor documental (El milagro de Candeal, en 2005), además de un poseer un Oscar a la mejor película de habla no inglesa por Belle Époque.
Los padres del actor gallego Luis Tosar "encargaron unas vitrinas ad hoc para guardarlos", asegura a RTVE.es el ganador de tres Goya (por Los lunes al sol, en 2003, Te doy mis ojos, en 2004, y Celda 211, en 2010).
"Pero no sólo tienen los Goya, también todos los premios que he logrado a lo largo de mi vida, hasta las medallas de cuando jugaba a balonmano de pequeñito", dice Tosar, nominado este año con También la lluvia. "Si este año hay otro, irá para allá".
Estanterías reforzadas
Menos mal que los Goya de Tosar son de los de la segunda hornada de la figura del Goya, la que realiza el taller de José Luis Fernández.
En las tres primeras ediciones de los premios el busto que se entregaba era obra de Miguel Berrocal y tenía un sofisticado mecanismo del que salía una cámara de cine en forma de peineta. Resultado: 15 kilogramos de peso que no hay estantería que los resista, máxime si el peso se multiplica por varios Goya.
Quien sabe cómo repartir el peso es Reyes Abades, ocho veces ganador del Goya a los mejores efectos especiales (El laberinto del Fauno, El Lobo, Buñuel y la mesa del rey Salomón, Tierra, El día de la bestia, Días contados, Beltenebros y ¡Ay, Carmela!). "Los tengo todos en mi casa sobre la chimenea, porque, como buen extremeño, me gustan mucho las chimeneas", asegura a RTVE.es Abades, que además los tiene a todos juntitos "para que se hagan compañía".
"Tengo ocho y el 13 de febrero espero tener otro -está nominado por Balada triste de trompeta- y así igualar a Alejandro Amenábar", bromea el especialista.
También de efectos especiales saben mucho Félix Bergés y Rafael Solórzano, de El Ranchito, que acumulan siete premios Goya (Ágora, Mortadelo y Filemón: Misión salvar la Tierra, Frágiles, La gran aventura de Mortadelo y Filemón, 800 balas, La comunidad y El milagro de P. Tinto). Salvo dos y dos, que guardan en sus respectivas casas Bergés y Solórzano, el resto están en las oficinas de la empresa y, la verdad, es que andan de un lado para otro: "los cambiamos de sitio, alguno los pone de espaldas a las puertas... e, incluso, en momentos de mucho curro los quitamos para poner un monitor. Nunca sabemos dónde van a estar", nos cuentan.
En su escritorio de trabajo tiene el Goya que ganó al mejor cortometraje de ficción en 2000, por Siete cafés por semana, Juana Macías, que este año está nominada a mejor dirección novel por Planes para mañana, aunque hace unos meses lo 'secuestró' el productor del corto. No hay constancia de que se haya pedido rescate.
Cristina Zumárraga tiene su Goya a la mejor dirección de producción por Alatriste, de 2007, en una librería del estudio de su casa, "escondido entre libros de arte", explica a RTVE.es.
Manténgase lejos del alcance de los niños
El busto del Goya es un objeto contundente, muy contundente. Y eso lo tiene muy en cuenta Icíar Bollaín, ganadora en 2004 por Te doy mis ojos, que lo mantiene alejado de sus hijos. "Lo tengo en una mesita en el salón pero un poco retirado, porque tengo tres cafres que me da miedo cada vez que lo agarran que se abran la cabeza con él", dice a RTVE.es.
Quien también lo guarda lejos de la vista, pero por razones sentimentales, es Belén Rueda, ganadora del Goya a la mejor actriz revelación en 2005 por Mar adentro. "Lo tengo en el desván, donde tengo guardados todos mis recuerdos, los álbumes de fotos y ese tipo de cosas. Todas esas cosas que no ves a diario pero que un día vas allí y te tiras un buen rato recordando", comenta la actriz, que este año está nominada como mejor actriz por Los ojos de Julia.
Quien de verdad debería preguntarse "¿dónde está mi Goya?" es Álex de la Iglesia, ganador del premio a mejor director por El día de la bestia en 1996. "Es lamentable contarlo, pero creo que está en casa de un vecino. Me mudé y no recogí todas las cosas. Está en casa de un vecino amable y algún día pasaré a recogerlo", dice a RTVE.es un Álex de la Iglesia que quizás debería pensar en recuperarlo por si tiene que juntar a la 'parejita', ya que este año está nominado por Balada triste de trompeta.
Este 13 de febrero se entregarán otros 29 bustos de Goya. ¡Padres de los nominados, hagan hueco en las estanterías!