Jiménez: "La comunidad internacional tuvo que esperar a la revuelta en Egipto para intervenir"
- "Hay que dejar que cada país conduzca sus procesos como mejor le convenga"
- Afirma que se sintió frustrada por no poder contestar cuando le llamaron "nazi"
La ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, ha defendido este jueves la reacción de la comunidad internacional ante el conflicto en Egipto y ha asegurado que "intervenir antes habría supuesto una injerencia". "La reflexión intelectual o periodística de por qué no se intervino antes es muy sana, pero la comunidad internacional tiene la obligación de trabajar desde un punto de equilibrio", ha explicado Jiménez.
En una entrevista en Los desayunos de TVE, la titular de Exteriores ha añadido que "la intervención siempre está mal vista" y que la comunidad internacional "no puede entrar en cualquier país en cualquier momento", sino que tiene que esperar a que se produzcan una serie de manifestaciones o demandas sociales o políticas, como lleva ocurriendo en Egipto desde hace dos semanas.
"Hay que dejar que cada país conduzca sus procesos como mejor le convenga. La comunidad internacional está donde puede estar, porque intervenir sin que haya algún tipo de movimiento que favorezca los cambios sería una injerencia inaceptable", ha matizado Jiménez.
La ministra se ha mostrado convencida de que los cambios siempre han sido provocados "por los propios países y sus ciudadanos" y ha afirmado que en este momento "es más fácil acompañar a los ciudadanos egipcios en el proceso de reformas". A su juicio, la comunidad internacional no podía haber intervenido antes "aunque desde fuera hubiera parecido deseable".
¿Miedo a la democracia?
Sobre la situación en la que queda ahora Egipto y el miedo que, tanto la comunidad internacional como el propio país pueden tener a lo que esté por venir, la ministra ha afirmado que es comprensible que "el cambio genere incertidumbre", pero ha asegurado que no debe temerse a la democracia.
"La democracia y las reglas del juego democrático son capaces de reconducir cualquier movimiento que se adapte a estas reglas", ha explicado.
Ha indicado además que, aunque quienes están en el punto de mira son los Hermanos Musulmanes, la existencia de una democracia permite que surjan alternativas "que bien conducidas" pueden tener éxito y sacar adelante al país.
La clave a partir de ahora, que puede aplicarse a otros países del norte de África, es para Jiménez "que los dirigentes estén atentos a las reclamaciones y aspiraciones legítimas de los ciudadanos y que las reformas se inicien desde el Gobierno".
No obstante, al referirse a otros países del norte de África que puedan vivir o hayan vivido ya una situación convulsa parecida, la ministra ha querido marcar las distancias entre Marruecos y otras naciones como Túnez o Argelia. "En Marruecos hace muchos años que comenzaron las reformas", ha indicado Jiménez.
El trabajo de los periodistas en El Cairo
Jiménez ha destacado además la respuesta "rápida y contundente" de la Unión Europea a las revueltas en Egipto a través de su alta representante, Catherine Ashton y ha recordado que para alcanzar un acuerdo en el seno de la unión tienen que ponerse de acuerdo "27 países".
Ha defendido que la UE instó desde un principio al gobierno egipcio a escuchar las aspiraciones de sus ciudadanos y para que no se reprimieran las manifestaciones "legítimas" que han ocupado páginas de periódicos y horas de informativos durante las últimas dos semanas.
Precisamente sobre el complicado trabajo de los periodistas en El Cairo, Jiménez ha destacado que se hizo un "llamamiento internacional para que no se tocara a ningún periodista y no se le impidiera realizar su trabajo". No obstante, ha reconocido que han existido casos "de acoso y sobre todo de intimidación", aunque "se ha podido tener una visión de lo que estaba ocurriendo".
Preguntada por la inclusión en la Internacional Socialista de los partidos de Hosni Mubarak, todavía presidente de Egipto, y Ben Alí, el que fuera líder tunecino; Jiménez se ha limitado a decir que ambos partidos han sido expulsados de la organización y que en su momento fue útil para mantener "una interlocución útil con los dirigentes de esos dos países".
"Todos los españoles tenemos sangre judía"
Jiménez ha valorado también los incidentes que tuvieron lugar durante su visita a la ciudad cisjordana de Hebrón donde fue recibida con abucheos e improperios por parte de un grupo de colonos judíos.
La ministra, que acaba de regresar de un viaje de tres días por Oriente Próximo, ha afirmado que al escuchar los insultos sintió "frustración" por no poder contestar que "nada más lejos de la realidad". En este sentido, se ha defendido diciendo que nunca está "contra nadie", que es "extraordinariamente sensible con el sufrimiento del pueblo judío" y que España es resultado de una mezcla de culturas, también la judía.
"Todos los españoles tenemos sangre judía en nuestras venas", ha zanjado la ministra.
No obstante, ha diferenciado entre el pueblo judío y "determinadas actuaciones de algunos gobiernos judíos" y ha reconocido que lo lógico es "ponerse de parte del más débil" que, a su juicio, es "la causa palestina".
Sobre sus encuentros con Peres y Abás, la titular de Exteriores ha indicado que "ha habido momentos de estar a punto del acuerdo" y ha añadido que su esperanza es que éste se produzca pronto.
El viaje de Bono a Guinea Ecuatorial: "Bueno para España"
Trinidad Jiménez ha asegurado por otro lado que el presidente del Congreso tenía su beneplácito para viajar a Guinea Ecuatorial, donde permanecerá hasta este viernes. "Siempre me pregunta [por los viajes de diplomacia parlamentaria] y a mí me pareció estupendo. Este viaje es bueno para los intereses de España", ha destacado la ministra.
Ha recordado que Guinea es el único país subsahariano en el que se habla español y ha destacado "los importantes vínculos culturales" de España con la que fuera su colonia.
Una delegación del Congreso de los Diputados encabezada por su presidente, José Bono, partió este miércoles a Guinea Ecuatorial para realizar una visita institucional. La delegación está integrada, además de por el presidente del Congreso de los Diputados, Jose Bono; por el Presidente de la Comisión de Exteriores, Josep Antoni Duran y Lleida, de CiU, el portavoz del PNV, Josu Erkoreca, y los dos diputados portavoces de su partidoen la citada Comisión, Gustavo de Aristegui, del PP y Juan Moscoso, del PSOE.