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Los parientes de 'Lucy' tenían los pies diseñados para caminar erguidos

  • Hallan un hueso con características similares al pie humano moderno
  • Este hallazgo apoya la tesis de que estos homínidos caminaban erguidos

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La planta del pie arqueada y flexible es característica de nuestra forma de caminar
La planta del pie arqueada y flexible es característica de nuestra forma de caminar

Los Australopithecus afarensis, familiares de los primeros humanos, tenían los pies diseñados para caminar. Así lo certifica un estudio de la Universidad de Missouri (Columbia, Estados Unidos) y recogido por la revista Science. Y según los investigadores, tenían los pies arqueados como nosotros.

Este hallazgo apoya la hipótesis de que los A. afarensis caminaban normalmente erguidos, porque "la planta del pie arqueada y flexible, como un muelle amortiguador, es característica de nuestra forma de caminar", explica a RTVE.es el paleontólogo y periodista José Cervera.

El esqueleto más famoso de la especie es el de Lucy. Fue descubierto en 1974 y reveló que estos homínidos podían caminar, "aunque los estudios sobre la cadera o los brazos de Lucy, no aclaraban la cuestión", señala el investigador.

La planta del pie arqueada y flexible es característica de nuestra forma de caminar

Por este motivo los paleontólogos han debatido durante mucho tiempo si "la especie era un verdadero bípedo que caminaba sobre el suelo o si era un saltador arbóreo que daba algunos paseos temporales", reconoce el experto, que participó en las excavaciones de Atapuerca.

La escasez de fósiles de huesos clave ha frenado las posibles investigaciones sobre la especie, pero en esta ocasión, este fósil presenta varias características similares a los pies de los humanos modernos, en oposición a otros simios.

Según los investigadores, dirigidos por Carol Ward, el pie tenía su arco muy bien formado y era lo suficientemente duro para presionar contra el suelo. Pero también flexible para absober choques.

Y este mecanismo sugiere que los pies dejaron de ser estructuras de agarre y se convirtieron en otras que facilitaban y permitían a los homínidos caminar y correr como los humanos.

"Si tenían los pies arqueados, hemos de concluir que el bipedalismo es más antiguo de lo que pensamos", concluye Cervera.