La junta militar egipcia quiere acelerar las reformas políticas mientras se desata la tensión social
- Le dice a la oposición que habrá referéndum constitucional en dos meses
- Reino Unido revela que podría haber un Gobierno con opositores en 7 días
- Las protestas políticas dan paso a una oleada de reivindicaciones laborales
- El ejército pide a los egipcios que vuelvan a trabajar y eviten las huelgas
- Los policías y los manifestantes se enzarzan en la plaza Tahrir
La junta militar que gobierna Egipto tras la caída del presidente, Hosni Mubarak ha comunicado a la oposición que quiere reformar la constitución rápidamente y validarla en un referéndum en un intento de calmar los ánimos mientras se desata una oleada de huelgas en diferentes sectores sociales.
Según ha adelantado Wael Ghonim, el directivo de Google y líder de la oposición juvenil que impulsó las protestas en la plaza Tahrir de El Cairo, miembros del consejo militar les detallaron el domingo por la noche que el referéndum sobre las reformas constitucionales se celebrará en dos meses.
Además, ha revelado que dos miembros del consejo militar le dijeron a él y otros jóvenes que las enmiendas constitucionales estarán listas en diez días.
Por su parte, el ministro británico de Exteriores, William Hague, ha desvelado que el primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq, le ha adelantado que la semana que viene habrá un nuevo Gobierno con figuras de la oposición.
Estas revelaciones llegan en una jornada en la que la junta militar ha pedido a los egipcios que se ponga fin a las huelgas que están afectando a todo el país al considerar que "dañan la seguridad del país" y provocan un impacto negativo en la economía.
"Los egipcios honorables ven que estas huelgas, en estos momentos, provocan un efecto negativo" en diferentes aspectos, según destaca el comunicado número cinco del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas difundido por la televisión pública, el cuarto desde que fue derrocado el presidente.
El mensaje dice que las manifestaciones están afectando negativamente a la seguridad y la producción, perjudican los intereses de los ciudadanos y crean el ambiente "para que gente irresponsable lleve a cabo acciones ilegales".
Huelga
Desde que fue derrocado Mubarak se han sucedido las manifestaciones tanto por motivos políticos como sindicales. En varios puntos de esta capital ha habido protestas de funcionarios públicos reclamando aumentos salariales y otras demandas.
El jefe del Centro de Servicios para los Sindicatos y los Trabajadores, Kamal Abás, ha asegurado a AFP que las manifestaciones antigubernamentales que consiguieron echar a Mubarak han provocado una "explosión" de movimientos sociales.
Así, empleados de los sectores del transporte, la banca, el textil, los hidrocarburos, el turismo e incluso los medios oficiales y los organismos del Gobierno se han puesto en huelga para pedir aumentos salariales y mejores condiciones de vida, según el responsable de esta organización independiente.
"Es difícil decir exactamente cuántas personas están en huelga y dónde ¿Quién no está en huelga?", se ha preguntado.
En esta situación el Ejército considera que las protestas "afectan negativamente la capacidad para satisfacer las exigencias" de los ciudadanos y crean confusión en la producción y el trabajo de los sectores del Estado.
Además, ha instado "a los colegios profesionales y a los sindicatos de trabajadores a que desempeñen su papel" para salir del caos actual.
Manifestación policial
Este comunicado militar llega después de una jornada en la que el ejército ha desalojado a los últimos manifestantes que había en la plaza Tahrir, donde han acudido unos invitados 'sorpresa' para cortar el tráfico.
Se trata de cientos de policías que se han querido unir ahora a las protestas, a las que han incorporado sus reivindicaciones sindicales.
Cientos de manifestantes han vuelto a la plaza y se han enfrentado a los agentes, a los que acusan de buena parte de la brutalidad desatada contra ellos por el régimen durante las protestas.
"Estamos con el pueblo. Pedimos a los egipcios que no nos envíen al ostracismo", ha declarado el teniente Mohamed Mestekawy a la agencia Reuters mientras discutían los agentes con los egipcios furiosos con ellos por tratar de "robar o apropiarse de la revolución del pueblo".
"No creo en ellos. ¿Donde estuvieron cuando mi hermano fue asesinado?", les ha gritado Samah Hussan, que ha empezado una pelea con un agente mientras los manifestantes se dirigían al Ministerio del Interior.
Acabar con los errores de Mubarak
Mientras, la oposición egipcia se mantiene movilizada exigiendo el final de la Ley de Emergencia, uno de los instrumentos de represión del régimen de Hosni Mubarak y que aún se desconoce cuándo será derogada.
Con todo, el objetivo es claro: acabar con todo lo que coaccionaba sus libertades.
“Una de sus equivocaciones estratégicas fue bloquear Facebook. Con esa medida dijeron a la gente que tenían miedo, forzaron a los que leían las noticias en Facebook a salir a la calle para tomar parte", explica Waul Ghonim, directivo de Google e inspirador de las protestas, que fue liberado tras 12 días de arresto la semana pasada.
"Todos estos regímenes confían en el miedo, quieren que todo el mundo esté asustado. Si tú logras acabar con esta barrera psicológica podrás hacer la revolución”, asegura también Ghonim.
Por otro lado, a la reconstrucción política de Egipto se le suma la de su economía y la de su territorio. Según ha informado el Gobierno egipcio, las protestas que comenzaron el pasado 25 de enero han causado más de 6.200 millones de dólares de pérdidas.
Superar las pérdidas
El ministro de Finanzas egipcio, Samir Radwan, ha comunicado durante una rueda de prensa que el nivel de actividad del sector turístico, el más afectado por lo ocurrido, se encontraba entre el 6 y el 8% en el mar Rojo y entre el 2% y el 4% en Luxor y Asuán.
Pese a todo, la oposición egipcia siente que ha ganado y celebrará el próximo viernes lo que llama "la victoria de la revolución" a través de marchas masivas en la plaza Tahrir, que también tienen el fin de seguir la aplicación de los objetivos de esta revuelta popular.
"Por supuesto, vamos a participar en la marcha para celebrar la victoria en esta revolución y seguir sus objetivos", ha declarado el dirigente del grupo opositor Al Gad y ex candidato presidencial Ayman Nur.