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El temor a más revueltas en el Magreb y Oriente Medio impulsa el petróleo a su máximo en 2 años

  • El barril de Brent toca los 104,3 dólares en Londres
  • Máximo histórico entre el precio del crudo europeo y el del estadounidense

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El efecto que el triunfo de la revuelta de Egipto puede tener en el resto de la región ha llevado este lunes el petróleo a su precio más alto de los últimos dos años y medio. El barril de crudo Brent para distribuir en abril ha tocado los 104,30 dólares en el mercado de Londres, el nivel más elevado desde septiembre de 2008, aunque ha cerrado en 103,08 dólares.

"El mercado petrolífero se mantendrá extremadamente nervioso hasta que la estabilidad regrese a Egipto y aparezca un poco de seguridad sobre lo que va a suceder a continuación en lo que se refiere al gobierno del país", ha explicado Rebecca Seabury, analista de la compañía energética británica Inenco.

Pero, sobre todo -ha continuado esta especialista-, "el mercado duda que ese movimiento de protesta no se extienda por toda la región a imitación de Egipto".

"La transición en Egipto será complicada, pero las informaciones sobre los problemas latentes en Irán -exportador clave- y sobre las manifestaciones regulares en Argelia, Bahrein y Yemen son las que suponen una preocupación más directa del mercado petrolífero", aseguran los analistas de JPMorgan.

El petróleo estadounidense no se encarece igual

Mientras el precio del barril Brent se dispara en Londres, el de crudo Texas se mantiene contenido en Nueva York. Eso ha llevado a que se registre la mayor diferencia de precio de la historia entre ambos tipos de petróleo: más de 18 dólares.

"Los riesgos de inestabilidad política en los países productores de Oriente Medio y el Magreb van a mantener el precio del Brent por encima de los 100 dólares en los próximos días (...), pero el crudo estadounidense parece totalmente indiferente" a esa tendencia, destaca Christophe Barret, de Crédit Agricole CIB.

El nivel extremadamente elevado de las reservas de Estados Unidos y el hecho de que gran parte de sus suministradores de crudo se localizen en América Latina contribuye -según este experto- a aislar el mercado norteamericano de los mercados internacionales.