Nueva Rumasa pone a 10 de sus empresas en el paso previo al concurso de acreedores
- Sus mayores firmas se acogen al procedimiento especial de la Ley Concursal
- Tendrán cuatro meses para renegociar sus deudas, para no suspender pagos
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Las empresas de Nueva Rumasa
Alimentación: Postres Dhul, lácteos Clesa, batidos Cacaolat, helados Royne, conservas y salsas Apis, chocolates Trapa, chocolates Elgorriaga, helados Neiss, lácteos Letona, huevos Hibramer, Batidos Ryalcao, zumos y horchatas La Levantina, lácteos Sali, huevos Matines y caramelos Aldusa.
Bodegas y bebidas: jerez Garvey, rioja Marqués del Campo Nuble, rioja Campo Burgo, toro Marqués de Olivara, rioja Conde de Romanones, brandy de jerez Conde de Garvey, jerez Zoilo Ruiz Mateos, distribuidora Los Conejos y penedés Cavas Hill.
Patrimonial: Inmobiliarias Reunidas.
Distribuidoras: Distribución Retail, Distribución Reta.
Comunicación: Radio Libertad.
Deporte: Rayo Vallecano
El grupo empresarial Nueva Rumasa, propiedad de la familia Ruiz-Mateos, ha puesto a 10 de sus mayores firmas en el paso previo al concurso de acreedores, al acogerse al procedimiento especial de la Ley Concursal que les otorga un plazo de hasta cuatro meses para negociar con sus acreedores un plan de pagos y evitar que sean declaradas en suspensión de pagos.
El fundador del grupo, José María Ruiz-Mateos, ha anunciado en una rueda de prensa en Madrid, junto a seis de sus hijos, que se ha tomado esta medida con el fin de proteger los intereses de los empleados y de los inversores que han depositado en su confianza en el grupo.
En este sentido, ha asegurado que cumplirá sus compromisos con los 5.000 inversores que han confiado en la compañía con la suscripción de pagarés o de participaciones llevada a cabo en los dos últimos años. "Si no pudiera satisfacer esa obligación y no tuviera fe, me pegaría un tiro", ha comentado.
“Que todos sepan que pagaremos todo cuanto corresponde“
"Que todos sepan que pagaremos todo cuanto corresponde y que, si no lo hacemos, nos pueden repudiar, desearnos lo peor y pedirnos cuanto haga falta", ha señalado.
Una deuda de 700 millones de euros
Las empresas son afectadas por el procedimiento especial previo a la suspensión de pagos son Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Ibramer, Trapa, Carcesa, Quesería Menorquina y el equipo de fútbol Rayo Vallecano. En total, el grupo de empresas de la familia suma una deuda con las entidades bancarias de 700 millones de euros, frente a un patrimonio de 6.000 millones de euros.
Al referirse a las deudas del grupo, José María Ruiz-Mateos ha criticado al Banco Santander y ha asegurado que la entidad financiera no solo le cortó el crédito sino que, además, le exigió amortizar la mitad del mismo, un movimiento que, ha argumentado, les llevó a captar pasivo de inversores particulares.
En febrero de 2009, Nueva Rumasa inició una campaña de emisión pagarés corporativos -apoyada por una amplia campaña de publicidad- para financiar la expansión del grupo, ofreciendo elevados rendimientos a los inversores, de entre el 8% y el 10%, con los que habría logrado captar más de 100 millones de euros de unos 5.000 inversores.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores alertó repetidamente de los riesgos asociados a esas emisiones, ante la ausencia de garantía para la devolución del capital, pese a que quedaban fuera de su supervisión. Con todo, el organismo supervisor si exigió a Nueva Rumasa que en las emisiones participara un intermediario financiero, como impone la ley cuando este tipo de operaciones se publicitan en medios de comunicación.
Emisiones de pagarés
Ahora, según el consejero delegado de la empresa, José María Ruiz-Mateos Rivero, la compañía mantiene conversaciones "muy avanzadas" con un grupo inversor que prevé tomar una participación minoritaria aún por determinar e inyectar capital en el grupo, con una aportación que inicialmente cifran hasta en 500 millones de euros.
Mientras tanto, tendrán que renegociar con sus acreedores las deudas, una decisión que se produce después de que este lunes la justicia admitiera a trámite la reclamación del Royal Bank of Scotland de una deuda de 36 millones de euros. Aunque desde el grupo reconocen la deuda, señalan que esos 36 millones son el único impago que arrastran.
Con todo, la Tesorería General de la Seguridad Social también ha ordenado embargos preventivos tras reclamar sin éxito a varias empresas del grupo un total de tres millones de euros, según confirmaba este miércoles su director general, Javier Aibar. "Hemos facilitado la posibilidad de normalizar la situación de Nueva Rumasa y no hemos tenido éxito porque reiteradamente se han incumplido las condiciones", aseguró Aibar.
Los miembros de la familia Ruiz-Mateos han asegurado que la medida no va a afectar al día a día de las empresas ni al patrimonio de Nueva Rumasa. Asimismo, José María Ruiz-Mateos hijo ha quitado importancia a las pagas atrasadas en algunas compañías del grupo como Clesa, Royne y Quesería Menorquina y ha asegurado que no son motivo de preocupación porque se van a abordar.
Más de 15.000 empleos
Este miércoles, José María Ruiz-Mateos denunciaba en una carta abierta estar sufriendo una campaña "inexplicable, miserable y canallesca", después de haber dedicado "toda su vida" a crear empleo. En una nota, Ruiz-Mateos afirma que "una vez más" es objeto de "calumnias, falsedades, cretinadas e imbecilidades", y subraya que mientras no sea juzgado "todo cuanto se diga de Rumasa y de su persona es completamente falso".
Sin embargo, no solo los organismos oficiales del Estado sospechaban de la gestión del grupo, ya que un grupo de trabajadores de Nueva Rumasa ha anunciado también acciones judiciales por la vía penal contra la dirección del grupo para "denunciar y clarificar" la situación de la compañía, después de haber presentado en algunos centros denuncias laborales, según fuentes sindicales.
"Hemos emprendido ya acciones en la mayor parte de los centros para denunciar la situación en materia de Seguridad Social, tanto en las obligaciones de la empresa con la Tesorería como de la empresa con los trabajadores", señalaban. Los representantes de los empleados aseguran que "el problema es gravísimo y estructural" del conjunto del grupo de empresas de la familia Ruiz-Mateos, con retrasos en el pago de las nóminas en "prácticamente todos" los centros de trabajo y falta de materias primas para fabricar.
Según datos de la compañía, Nueva Rumasa está integrada actualmente por más de 100 empresas con cerca de 10.000 empleados directos y 6.000 indirectos, con relaciones comerciales en 78 países y una facturación próxima a los 1.500 millones de euros. El presidente del grupo empresarial es Zoilo Ruiz-Mateos Rivero, la vicepresidenta es Teresa Rivero Sánchez-Romate y el consejero delegado es José María Ruiz-Mateos Rivero.