Irán pide disculpas a Trinidad Jiménez por la detención de un diplomático español
- Observaba desde la calle las protestas convocadas por la oposición en Teherán
- Fue llevado a una comisaría y liberado tras cuatro horas y media
- El ministro de Exteriores iraní llamó el jueves por la tarde a Trinidad Jiménez
Irán ha pedido disculpas a España por la detención el lunes pasado en Teherán durante cuatro horas del diplomático Ignacio Javier Pérez Cambra, que observaba desde la calle las protestas convocadas por la oposición reformista.
"Anoche recibí una llamada del ministro de Exteriores iraní para ofrecerme sus disculpas por la detención del cónsul español en Teherán y me comunicó que han abierto una investigación para determinar las responsabilidades de los que llevaron a cabo esa detención", ha afirmado la ministra de Exteriores en rueda de prensa con jefe de la diplomacia argelino. "Me ha asegurado que no se volverá a repetir una situación de estas características".
"Motaki me aseguró que era consciente de que se había violado la convención de Viena, pero me explicó que a veces las personas que trabajan sobre el terreno no conocen la legalidad internacional vigente", ha señalado la ministra.
Jiménez había dado un plazo de 48 horas a Teherán para que ofreciera sus explicaciones por un hecho que consideraba "inaceptable" y "muy grave".
"Si no recibimos una respuesta satisfactoria a un hecho que consideramos muy grave el Gobierno de España está considerando llamar a consultas al embajador de Irán" en España, manifestó antes de recibir la llamada del titular de Exteriores iraní, Manucher Motaki.
Violación de la leyes internacionales
En opinión de Exteriores, Irán había violado el Convenio de Viena, que regula las relaciones diplomáticas, al arrestar a un consejero de la embajada sin comunicarle "en ningún momento" los motivos, pese a que Pérez Cambra acreditó desde el principio su cargo.
El cónsul fue detenido por varios policías de paisano cuando se hallaba en los aledaños de la embajada española y fue llevado a una comisaría de extranjería, donde fue liberado casi cuatro horas y media después sin que se le imputara ningún tipo de delito.
Poco antes del arresto había estado con el embajador, Leopoldo Stampa, en las proximidades de donde se convocó una manifestación no autorizada de la oposición reformista en el centro de Teherán.