Los manifestantes retornan a la plaza Lulu de Bahréin tras la retirada de los antidisturbios
- Anteriormente había usado gases para dispersar a los manifestantes
- El principe heredero ha llamado al diálogo
- La oposición exige el fin de la represión
La policía antidisturbios de Bahréin se ha retirado este sábado de la plaza Lulu o la Perla de Manama, dando paso a millares de manifestantes que han podido regresar así al epicentro de las protestas contra el Gobierno.
Los manifestantes besaban el suelo de la plaza, al tiempo que tomaban fotografías de los vehículos policiales retirándose.
Anteriormente, los antidisturbios habían utilizado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que trataban de volver a la plaza Lulú de la capital una vez que los blindados del Ejército se retiraron del lugar.
El Ejército bahreiní abandono la plaza Lulu de Manama un día después de haber disparado contra un grupo de manifestantes que intentaba acercarse a este lugar, que se ha convertido en punto de referencia de las protestas.
El Principe de la Corona había ordenado a las tropas que se retirasen, siguiendo instrucciones del Rey.
Unidades militares se desplegaron el pasado día 17 por las calles de Manama, después de que la Policía antidisturbios desalojara de la plaza Lulu a varios miles de manifestantes que llevan dos días acampadas exigiendo reformas políticas y mejoras de las condiciones de vida.
Mientras tanto, varios cientos de personas continúan manifestándose en las instalaciones del hospital Al Salmaniya, donde el viernes se concentraron miles de manifestantes tras la violenta intervención del Ejército que causó un muerto y decenas de heridos.
El viernes, el príncipe heredero Salman bin Hamad al Jalifa, instó al diálogo. "Es el momento de la tranquilidad" dijo Bin Hamad al Jalifa en una entrevista en la televisión estatal.
La oposicón solo dialogará sin represión
El dirigente de Wifaq, el principal grupo de la oposición bahreiní, Jalil al Marzuq, ha dicho que su grupo valora la retirada de las tropas militares de la plaza, pero subrayó que deseaba "garantías de que no se va a atacar a los manifestantes y de que se va a propiciar una atmósfera adecuada".
Este dirigente del Wifaq, que cuenta con 18 de los 80 escaños del Parlamento, insistió en que su grupo dialogará cuando se hayan garantizado estos puntos.
En este sentido, indicó que "toda la oposición, no solo el Wifaq, respalda el diálogo y lo ha pedido desde hace 10 años, pero ha sido el Gobierno quien los ha rechazado".
"Deseamos que el Ejército no regrese a las calles y que no se emplee para agredir a la gente ni hoy ni en el futuro", agregó.
Asimismo, comentó que su grupo no había tomado aún una decisión en firme sobre la celebración de manifestaciones en los próximos días.
Sin embargo, el principal sindicato de Bahréin, la Unión General de Trabajadores, en reaccion al aplastamiento de las protestas populares ha convocado una huelga general a partir de este domingo, según ha anunciado un miembro de un sindicato aéreo.
Las protestas bahreiníes comenzaron el pasado 14 de febrero al calor de los levantamientos populares de Túnez y Egipto.
Esta revuelta cuenta con una participación sin precedentes en este país, de mayoría chií pero gobernado por la minoría suní.
Bahrein está formado por un archipiélago de islas con una superficie de tan solo 727 kilómetros cuadrados, en el que viven poco más de un millón de personas, la mitad de ellas extranjeras.