Suspensos, un aprobado raspado, y un sobresaliente en el segundo día de Cibeles
- Poco innovación en esta segunda jornada de moda en Madrid
- Ha sido el turno de Victorio & Luchino, Arzuaga, Ágatha, Montesinos y Torretta
- Todo sobre Cibeles Madrid Fashion Week en nuestro especial
Segundo día de Cibeles. El más dispar. Victorio&Luchino regresan de la Italia que los hipnotizó para recuperar aromas de su tierra. Su perfume huele a campo pero también a saeta.
Su procesión camina entre los morados nazareno y el negro, expresión de su quejío, un color que es ya una declaración de principios. Líquidos, helados, transparentes e invencibles sus negros batallan entre ellos por destacar en patrones masculinos, desestructurados, irregulares y asimétricos.
Petróleo, regaliz, carboncillo, rimel y pizarra se pasean por la Sevilla mística, recogida y fatal para representar una pasión por la belleza que se fue.
Sombras de la noche inspiran a Arzuaga
De Sevilla a Burgos. Llueve y hace frío. Las sombras de la noche inspiran a Amaya Arzuaga para tintar una colección de siluetas inventadas y otras recuperadas que la diseñadora hace suyas.
Hombros estrechos y anchas faldas juegan al despiste, y los vestidos de cuero, geniales, conviven con abrigos de piel joven, asimetrías bicolor y faldas tableadas que da gusto ver bailar.
Un camel distinto, un gris distinto, un topo distinto, un crudo distinto…Amaya no se cansa, sigue investigando para no repetirse, para no dormirse y para avanzar.
Fruncidos, torcidos y arrugados son la firma genial de quien sabe caminar en el límite de la Alta Costura y la calle. El broche final, colores y tejidos líquidos, para brindar en Chicote por la vida que nos queda por vivir. Chin chin.
Ágatha busca su corazón
De Burgos a Tenerife, en low cost, que es carnaval. Corazones coraza, abrigos túnica y faldas jardín visten a dibujos de carpeta, servilletas y sábanas de soltera en busca del amor.
Es el desfile de Ágatha Ruiz de la Prada (o el bucle de Ágatha) que hace lo mismo temporada tras temporada, estampando corazones a ver si encuentra el suyo.
Montesinos vuelve a su orígenes
De Tenerife a Valencia, en AVE claro, para ver la fiesta de Francis Montesinos .
El diseñador no pinta corazones porque los cose en sus prendas que se aceleran , y a veces infartan, sobre la pasarela. Dice Francis que se inspira en el artista y activista Matt Lamb pero es mentira porque vuelve a sus orígenes, a sus patrones, a sus hilos y a sus miedos.
Grises tinta de calamar, azafrán y chocolate componen su menú, al que aporta un azul refresco…¡invita la casa!. Las pieles falsas, los estampados imposibles y los tejidos masculinos son su grito de ¡A mi manera!.
Lo mejor su casting de chicos. Francis, tú si que sabes. Nos quedamos por la zona.
El desfile desnudo de Laguna
Le toca el turno a Hannibal Laguna . Su desfile es un desnudo integral, un guiño a su gente y un “polvo” con la moda.
Hannibal nos invita a bucear, a sumergirnos en un mar de deseo y pasión. Corales, anémonas y quisquillas prestan sus colores a su colección menos barroca y más sincera. Grises herida, negros dolor y platas esperanza colorean una propuesta íntima y generosa cosida con la palabra costura.
Sin olvidarse de sus lazos, de sus drapeados y de sus siluetas made in hollywood mira al futuro aferrándose a los recuerdos, rescatando aplausos, recuperando éxitos y revisando triunfos. Un ejercicio sano y atrevido sólo apto para los que pueden mirar al pasado con orgullo.
Viaje a las entrañas del desamor de Torretta
Billete, maleta y pasaporte para volar a Argentina. Turno de Roberto Torretta. La música de su desfile es horrible aún así aguantamos porque es el último.
Grises, negros, topo y el feo granate deambulan sin rumbo. Llegan un rojo y un verde líquidos, jarabes contra el tedio, que harán las delicias de sus musas de alfombra roja y photocall.
Tan sólo un estampado salvaje salva este viaje a las entrañas del desamor. Lo mejor fue el aplauso de sus incondicionales que, por un momento, nos hizo olvidar el vómito del dj . Espero poder dormir