El presidente de Yemen afirma que no le harán dimitir "la anarquía y el asesinato"
- Continúan las manifestaciones en la capital, Saná
- La muerte de un joven eleva a 12 las víctimas mortales
- Los ulemas condenan la violencia
Un joven ha muerto este lunes en enfrentamientos con soldados en Adén, la capital de Yemen. Con esta nueva víctima se eleva a 12 el número de muertos en las revueltas en el país árabe desde el pasado jueves.
Testigos aseguran que los soldados abrieron fuego contra un grupo de jóvenes que arrojaban piedras contra la patrulla en el distrito de Jormaksar de la capital.
Miles de personas se manifiestan también este lunes en la plaza frente a la Universidad de Saná, que los opositores han rebautizado como "Plaza Tahrir" en referencia a la plaza del Cairo donde la oposición se hizo fuerte hasta la dimisión del presidente egipcio Hosni Mubarak.
El presidente de Yemén, Ali Abdallah Saleh, que lleva 32 años en el cargo, ha vuelto a rechazar las demandas de dimisión, y ha calificado las manifestaciones de actos de provocación. Saleh ha advertido que "la anarquía y los asesinatos" no le desalojarán del poder.
"Sí a las reformas políticas, a las refomas legales, sí a las reformas constitucionales, pero no a los golpes", ha dicho Saleh en un encuentro con periodistas.
Ha añadido que cualquiera que quiera llegar al poder en Yemen ha de hacerlo usando el procedimiento adecuado. "Quien quiera alcanzar el sillón del poder debe usar un procedimiento civilizado a través de las urnas, tanto para el parlamento como para elecciones presidenciales", ha subrayado.
Los ulemas prohiben el recurso a la fuerza
En un último desarrollo de la crisis política en Yemen, los ulemas (líderes religiosos) del país, tanto suníes como chiíes, han publicado un manifiesto condenando el uso de la violencia.
"Toda agresión contra los manifestantes es un crimen", dice el comunicado, que a su vez prohibe "atacar a los miembros de las fuerzas de seguridad".