Simón Peres: "Irán también acabará cayendo por las ansias de libertad de su propio pueblo"
- El presidente israelí analiza las revueltas árabes en Los Desayunos de TVE
- Defiende que sin Mubarak en Egipto "habría habido una guerra"
- Confía en que los cambios en Oriente Próximo beneficien al proceso de paz
"Irán es el país más terrible y con mayor corrupción de la moralidad que conozco. Ese Gobierno caerá no por parte de nadie, sino por su propio pueblo, cuando los jóvenes iraníes tengan acceso a la realidad y a las redes sociales", ha afirmado el presidente israelí Simón Peres, que considera "inevitable" que las revueltas populares que sacuden el mundo árabe lleguen también a la república islámica.
En una entrevista en Los Desayunos de TVE y a pocas horas de emprender su visita a España, Peres ha analizado la ola de protestas sociales que ya han derrocado los regímenes de Túnez y Egipto y que le afectan de forma más o menos indirecta por su posición geoestratégica en la región.
"Si Irán se transforma en Egipto no habrá más revoluciones, pero si Egipto se transforma en Irán, continuarán las protestas. Muchos pueblos están dispuestos a sacrificar su vida para ser libres. Yo creo que no hay futuro para los dictadores, ni para la violencia ni para el odio. En el pasado cada país era un barco independiente que podía navegar solo, pero hoy estamos todos en el mismo barco", ha asegurado el mandatario israelí.
“Sin Mubarak en Egipto, habría habido una guerra“
Socio del presidente egipcio Hosni Mubarak hasta su caída el pasado 11 de marzo, Peres ha defendido la gestión del exmandatario: "Lo que digo a favor de Mubarak es que en 30 años ha mantenido la paz. Si hubiera gobernado otra persona, habríamos tenido una guerra. Cometió errores pero debo ser justo. No es fácil gobernar un Egipto que ha crecido enormemente".
"En Egipto buscaban comida y libertad"
Sin embargo, el presidente israelí también espera que a partir de ahora Egipto camine hacia la libertad y lleve a cabo un proceso de transición democrática transparente en el que "los egipcios elijan a quién ellos quieran", a pesar de la amenaza que para el Gobierno judío suponen los Hermanos Musulmanes.
"En Egipto buscaban dos cosas básicas: alimento y libertad", ha asegurado Peres. "Lo que ha ocurrido era inevitable".
“China y la India han avanzado, ¿por que los países árabes no?“
Hace unos años, el presidente israelí escribió El nuevo Oriente Próximo, un libro en el que explicaba que la región no había entrado en el siglo XXI y que, de permanecer inmersa en la pobreza, se produciría un cambio repentino.
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Peres ha matizado unas declaraciones de hace unos días en las que aseguraba que Islam y democracia son incompatibles. "No creo que el Islam esté en contra de la democracia pero algunos musulmanes se han transformado en antidemocráticos, en fanáticos, en monarcas autoritarios que no van a abandonar el poder. No puede haber democracia si discriminas a la mujer", ha señalado.
“No puede haber democracia si discriminas a la mujer“
Las revueltas beneficiarán al proceso de paz
Las revueltas árabes han llegado también a Palestina, donde en los últimos días se han producido manifestaciones en la ciudad cisjordana de Ramalá para exigir la dimisión del Gobierno.
"Creo que estos movimientos de protestas en el mundo árabe pueden tener un efecto positivo en el proceso de paz. Ya estamos hablando de una solución de dos estados para dos pueblos. Dos estados democráticos basados en la ciencia. Será una gran transformación para los palestinos", ha afirmado Peres, que confía en ver, a pesar de sus 87 años, esa solución para el conflicto árabe-israelí.
El presidente israelí ha defendido que las negociaciones, que se han estancado debido a la construcción de nuevos asentamientos judíos en Cisjordania, deben ser secretas "para que el pueblo no pregunte por qué das tanto".
A punto de llegar a Madrid, Peres no encontrarse con las tradicionales críticas del pueblo español a los gobiernos israelíes.
"No sé si hay rechazo de los españoles, pero voy profundizar en la amistad con España y para corregir los malentendidos. Algunos piensan que estamos en contra de los cambios en Oriente Próximo pero no es así", ha asegurado el presidente israelí.