Las revueltas árabes afectan ya al corazón de la producción de petróleo
- Libia y Argelia aportan entre ambos más del 3% de la producción mundial
- El temor es que la inestabilidad se contagie a los productores del Golfo Pérsico
- El precio del barril de crudo podría subir un 10% y afecta ya a las bolsas
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Las revueltas que sacuden el mundo árabe han alcanzado ya el corazón de la producción de petróleo al afectar a Libia y Argelia, miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), lo que está disparando el ya elevado precio del petróleo a cotas que no alcanzaba desde mediados de 2008, antes de que se desatara la crisis financiera y económica.
Hasta ahora, los dos países más afectados por las revueltas eran Túnez, un modesto productor de petróleo con apenas 90.000 barriles de petróleo diarios, y Egipto, que obtiene alrededor de 725.000 barriles diarios, y que ni siquiera es exportador.
Pese a todo, la inestabilidad que han sufrido en las últimas semanas se había dejado sentir en el mercado, especialmente por la situación estratégica de Egipto en la distribución del crudo de Oriente Medio, puesto que controla tanto el canal de Suez, vía de paso de los petroleros, como el oleoducto Suez-Mediterráneo (Sumed), que pasa cerca de El Cairo.
Sin embargo, el contagio de las revueltas a Argelia y, sobre todo, a Libia, representa una amenaza mayor, al tratarse de dos relevantes exportadores no solo de petróleo, sino de hidrocarburos en general.
España, por ejemplo, importa el 30% del gas que consume de los campos argelinos de Beni Saf y, con la puesta en marcha este año del gasoducto Medgaz, ese porcentaje subirá hasta el 45%. Así, los expertos estiman que la crisis libia podría elevar el precio del crudo un 10%.
Temor a que la inestabilidad se contagie
Libia es el noveno productor de la OPEP, con unas reservas de 46.400 millones de barriles y una producción de 1,6 millones de barriles diarios, de los cuales exporta un 80% a los mercados europeos, entre ellos a España: el 13% del petróleo que consumimos es de origen libio.
Aunque la producción aún no se ha visto excesivamente afectada -se estima que ha caído en 100.000 barriles diarios-, algunas petroleras, como Total, Eni o BP están empezando a evacuar a sus trabajadores europeos; la alemana Wintershall y la española Repsol (que obtiene allí 35.000 barriles de petróleo al día, el 3,8% de su producción total), han suspendido su actividad como medida de precaución.
Argelia, por su parte, se encuentra justo detrás de Libia, según los datos de la OPEP, con 1,27 millones de barriles diarios de crudo y unas reservas de 12.200 millones de barriles. Pese a que no son los principales países productores del cártel, ambos se encuentran entre los 15 mayores productores mundiales y aportan en torno al 3,2% de un mercado que mueve cada día más de 87 millones de barriles.
Sin embargo, el temor es que esa inestabilidad se contagie a otros países exportadores, especialmente los del golfo Pérsico, regidos por monarquías autocráticas: Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y el mayor productor y exportador mundial, Arabia Saudí. Todos ellos forman parte de la OPEP, que acapara el 43% de la producción mundial, la mitad de las exportaciones y el 73% de las reservas de crudo.
El mayor almacén de petróleo del mundo
En concreto, Arabia Saudí tiene unas reservas estimadas en 264.600 millones de barriles y produce 8,4 millones de barriles diarios -casi el 10% de la producción mundial-; tan solo Rusia es capaz de alcanzar ese nivel de producción, mientras que Estados Unidos queda ya lejos, con más de seis millones de barriles diarios... aunque su consumo es tan elevado que no exporta, sino que importa crudo.
No es difícil imaginar la inquietud que suscita entre los inversores que la inestabilidad política se traslade a esos países y dificulte el suministro. Kuwait aporta 2,35 millones de barriles diarios, una cifra similar a la de Emiratos Árabes Unidos, mientras que Qatar produce unos 800.000 barriles al día.
“Los países del Golfo aportan el 15% de la producción mundial“
Entre los cuatro países del Golfo suman casi 14 millones de barriles diarios, el 15% de la producción mundial, suficiente para desestabilizar el mercado y provocar una crisis energética similar a la de los años 70.
Por si fuera poco, los miembros de la OPEP acaparan la mayor capacidad excedentaria del mercado, es decir, dado que regulan su producción por debajo de su capacidad para mantener un precio elevado, son los únicos capaces de elevar con rapidez su oferta de crudo. Se calcula que, en caso de necesidad, el cartel podría aportar seis millones más de barriles diarios.
Así las cosas, Estados Unidos ya ha reclamado al cártel que bombee más crudo al mercado, para moderar los precios y evitar que la crisis política se convierta en energética y contribuya a agravar la crisis económica global.