El exdirector de Ascó I y otros tres mandos declararán como imputados por la fuga de 2007
- La juez admite a trámite la querella de la Fiscalía de Medio Ambiente
- En 2009, por este caso se impuso la mayor multa de la historia nuclear española
- Le imputan un delito contra la seguridad colectiva y el medio ambiente
La titular del Juzgado de Instrucción de Gandesa (Tarragona) ha citado a declarar como imputados al exdirector de la central nuclear de Ascó I y tres mandos más por la fuga radioactiva de noviembre de 2007.
En un auto fechado el 10 de febrero, la juez admite a trámite la querella presentada por Fiscalía de Medio Ambiente a principios de mes y abre diligencias para practicar nuevas pruebas.
La denuncia de Fiscalía se centraba en los hechos que ocurrieron en noviembre de 2007, cuando la central de Ascó I emitió al exterior partículas radiactivas de las que no informó hasta abril del año siguiente.
En 2009, este caso ya ocasionó la imposición de una multa de más de 15 millones de euros por parte del Ministerio de Industria. Fue la más alta de la historia nuclear española.
Delito contra la seguridad colectiva
La juez ha solicitado a los responsables toda la documentación técnica sobre el incidente, que deberá ser entregada en el plazo de cinco días, así como la relación completa de todos los trabajadores, fijos y eventuales desde el 26 de noviembre de 2007.
La Fiscalía achaca al entonces director de la central Rafael Gasca -que fue destituido-, al jefe de servicio de protección radiológica Francesc González -que también fue destituido tras el incidente-, al jefe de explotación, y al inspector residente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), la posible comisión de un delito contra la seguridad colectiva por exposición de radiaciones ionizantes debida a una "imprudencia grave".
Además, el fiscal aprecia la comisión de un posible delito contra el medio ambiente, otro contra los derechos de los trabajadores y un cuarto por falsedad documental.
Entre otras diligencias, la juez ha pedido la identidad y dirección de la empresa que llevó a cabo el desmontaje y montaje de los tubos de ventilación el 19 de diciembre de 2007 y la cuantificación de la actividad total de las partículas halladas entre el 8 de abril de 2008 y el 7 de septiembre del mismo año.
ICV y Greenpeace denunciaron los hechos
También ha solicitado que se notifique a la entidad ecologista Greenpeace y al secretario general de ICV, Joan Herrera, -que denunciaron los hechos ante la Fiscalía de Tarragona-, que se ha abierto un procedimiento para que acrediten su condición de perjudicados.
Los cuatro imputados declararán el 21 y el 25 de marzo y la juez también cita a declarar, sin determinar la fecha, a más de una decena de testigos.
En su denuncia, el servicio de Medio Ambiente de la Fiscalía recuerda que fueron halladas partículas radiactivas en la orilla opuesta del río Ebro, en una chatarrería situada a 60 kilómetros de Ascó, e incluso en el zapato de un trabajador que salía de la central, mientras que "no se cancelaron las visitas de grupos de estudiantes a la central" una vez conocida la fuga y dispersión de partículas.
Según el fiscal, el suceso se produjo mientras finalizaba la recarga de combustible, cuando un trabajador novel "siguiendo instrucciones verbales" vació de forma indebida un recipiente con 50 litros de líquido radiactivo que saltó a la rejilla de aspiración del circuito de ventilación de la central, que además no tenía en funcionamiento el sistema de ventilación de emergencia que habría evitado la emisión al exterior.