'Last dance' en Cibeles Madrid Fashion Week
- El día dedicado a los jóvenes diseñadores apenas aporta originalidad
- En esta penúltima jornada ha desfilado Leticia Zuloaga, futura top model
Resulta decepcionante que los diseñadores relegados al último día por ser jóvenes, o por parecerlo, no hagan gala de su ilusión, fuerza y contacto con la calle. La mayoría copian a sus ídolos o repiten trapos de escaparate…ni rastro de originalidad.
Teresa Helbig ha utilizado dos recursos muy peligrosos: el estampado príncipe de gales y el charol. El dibujo de sangre azul destroza sus salidas y ni Marina Pérez logra levantarlo. El charol, en pequeñas dosis, resulta gracioso pero a granel cansa.
Elisa Palomino llega con un currículo envidiable y aprueba con una colección coherente aunque un tanto repetitiva. Se nota lo aprendido con Galliano y Cavalli, y se aprecia su gusto por el art nouveau con pinceladas de Klint y el genial Mucha que recrean ese gusto por la naturaleza que marcó el final del XIX y el principio del XX. Las flores se estampan en kimonos y en prendas de abrigo acolchadas, irresistibles en tonos empolvados.
Sara Coleman se ha estrenado en la zona guay de Cibeles pero su colección no traspasa. Tonos tierra, musgo, moho, topo y piedra, casi siempre asociados al campo y la caza, visten un armario urbano con mini detalles de azafrán y un torpe caldero.
Nicolas Vaudelet basa su colección para El Caballo en la piel que muestra en distintos acabados para crear geniales collages. De las caballerizas, lugar de pecado, rescata botas altísimas cuajadas de cordones, anchos cinturones de aire ecuestre y fajines que se ciñen a la cintura enfatizando una silueta femenina y matadora. El patrón militar deja paso a vestidos de formas caprichosas, con transparencias delirantes y gusto francés.(Para buen gusto , el suyo). Cerró el desfile una novia a medio vestir o quizá a medio desnudar.
Los antipieles han asaltado el desfile de Ión Fiz que mezcla estampados de bosque de la bruja de Blair con salidas de chaquetas de cuadros combinadas con mallas marrones (sí, suena mal pero verlo es peor) Sólo se salvan sus vestidos en distintos azules (índigo transparente y tinta montblanc). También su línea masculina. Moderna, elegante y atractiva…tanto que ha eclipsado a las chicas.
Juana Martín (que repite broches insecto como Domínguez y Fiz ) dice haberse inspirado en la Divina Comedia y ya nos explicará que pintan los acolchados a lo Facebook “señoras que visten bata de guatiné” y los vestidos de garabatos de lana. Barroca en exceso, la Martín intenta salir a flote en un mar de tendencias aunque su flotador, el hueco dejado por los Victorio&luchino, se está desinflando. ¿Cuándo es su cumpleaños?, lo digo para regalarle una caja de pinturas Alpino o una de ceras Manley. Sus desfiles sin Manuel Lombo son feos, largos y aburridos. Lo mejor ha sido la presencia de una nueva estrella en la cantera de modelos españolas. Se llama Leticia Zuloaga, futura top que se ha estrenado en Cibeles.
- Letizia, ¿qué has sentido al desfilar en Cibeles por primera vez ?
- Es una gran responsabilidad ya que al ser mi primera aparición todo tenía que ir como la seda.
- Cuando eras más pequeña, y veías las crónicas de Cibeles en la tele ¿soñabas con ser tú una de ellas?
- Cuando era pequeña estaba mas ocupada pensando en los estudios (era un poco empollona) y en jugar. Hace pocos años, con las retransmisiones de televisión, empezó a aflorar mi interés por el mundo de la moda. Y ya me veías a mi por el pasillo de mi casa desfilando con la ropa de mi madre.
- ¿A quién admirabas?
- A Naomi Campbell, que era capaz de parar el tiempo con sus contoneos.
- Te has estrenado en Cibeles pero ya has trabajado en NY con grandes como Calvin Klein y Victoria's Secret, dos buenos padrinos. ¿Cómo han sido éstas experiencias?
- Maravillosas, fantásticas, una experiencia única que me encantaría repetir.
- ¿Qué esperas de tu bautizo en Cibeles, y en general del mundo de la moda?
- Que me permita darme a conocer a diseñadores de todo el mundo. No es un mundo fácil, hay una gran competencia, y espero poder disfrutar durante muchos años.
Leticia tiene energía y ganas, como Carlos Diez. Su colección es menos deportiva que en otras ocasiones, aunque él diga lo contrario. Estampados irreales visten combinaciones en look total, y destaca el uso de los tonos crudos con blancos y negros, autovías por las que discurre su colección. Carlos (rey sin trono, miss sin corona) sale de noche, mira, observa, copia y luego retransmite (cual reportero) lo que ve, siente, absorbe y adora. Su moda es real en un mundo que no pone en lista de puerta a Lomanas y Bordiús. Ovación para sus ponchos, sus estampados crisis (motivos que le dan de comer) y a sus aires de barrio maldito y moderno: ese que mezcla promesas de dolores, minitiendas con polos para gays, comisarias y putas veteranas con pasado de cine…como Cibeles.
Angel Schlesser ha ganado el premio a la mejor colección y celebro la elección del jurado. Angel es un artista que adora el arte. Un maestro a la hora de coser elegancia, cortar lo feo, hilvanar belleza y tricotar moda. Ángel solo (sin acento) tiene un problema (o dos) que ni Jose Toledo ni Pepa Fernández desfilen con sus vestidos pero…ya llegará. La moda es cíclica, ¿no?
Casi olvido hablar de María Escoté, otra malasañera que ha cambiado el rock de ACDC por el gótico de Joy Division y Siouxsie and the Banshees. Negros y más negros mal cortados evitan el aplauso como lo hacen las prendas rejilla (horrorosas), los pantalones con campana o los estampados vomitona.
Repito lo dicho al principio: resulta decepcionante. Como lo último que pierdo es la esperanza, deseo que EL EGO me dibuje un rayo de esperanza. ¡Prometo contarlo!