Propuestas arriesgadas para la última jornada de Cibeles Madrid Fashion Week
- Debut de Maya Hansen, American Pérez, LE y Lluis Corujo en El EGO
- Todos los detalles en nuestro especial Cibeles 2011
Propuestas valientes y rompedoras han protagonizado este miércoles El Ego, la jornada reservada a nuevos creadores que pone el punto y final a la 53º edición de Cibeles Madrid Fashion Week, y en la que se han podido ver desde corsés renacentistas hasta "looks" inspirados en caniches o elegantes vestidos de luto.
Vidas de reinas para Maya Hansen
La diseñadora Maya Hansen se ha inspirado en el Renacimiento español, más concretamente en la vida de las reinas de España durante este periodo, para presentar a una mujer valiente, "con personalidad y sin complejos" y al mismo tiempo "muy elegante".
"Me interesaba mostrar esa crudeza de la vida de palacio, los matrimonios de estado, la muerte prematura de los hijos, la escasez de medicinas", explicó la diseñadora a Efe.
La austeridad y la sencillez protagonizan la colección de esta madrileña, que tiene como prenda estrella el corsé, para potenciar la feminidad de la mujer.
Elegantes y cautos, "los corsés son perfectos para acentuar la cintura de la mujer", mientras que la forma recta de los escotes evita la exageración del busto.
En tonos oscuros, profundos e intensos, que van desde los granates a los verdes, pasando por el negro castizo y el bronce, Hansen propone una línea de vestidos largos, pantalones y camisas, algunas estampadas con imágenes de cuadros renacentistas.
Los tejidos que ha elegido son los terciopelos, los algodones, las gasas, los encajes italianos y las lanas.
Dos son sus prendas más arriesgadas: un par de corsés con gorgueras: uno de ellos las lleva en los hombros, y el otro, en las caderas.
La fiesta romántica de 'American Pérez'
Por su parte, la firma catalana 'Américan Pérez' quiere vestir a una mujer "divertida y sin complejos", según explicó el diseñador Jorge Bolado a Efe, y para ello arriesga, bajo el nombre de Girls on Fire, con una colección de vestidos "para fiestas", todos ellos bañados en color madreselva, un tono "muy dulce y romántico".
Las modelos desfilan por la pasarela con un look inspirado en el perro caniche, con zapatos de tacón de aguja y calentadores negros.
El rosa intenso, omnipresente en prácticamente toda la colección, se ve interrumpido en algunas ocasiones por prendas en tonos amarillo fuego, negro azabache y marrón chocolate.
Con tejidos como el terciopelo, el satén de seda, el guipur, el encaje o el vinilo, el dúo formado por Jorge Bolado y Natalia Perez propone para el próximo otoño-invierno faldas cortas, abrigos ligeros "pensados para esconder la ropa que se lleva debajo, no para abrigar", y vestidos muy ceñidos, que marcan las curvas de la mujer.
Un diamante para la eternidad, inspiración para LE
Para Laura Negre y Esperanza Perelló, su participación por primera vez en El Ego coincide con el debut de su firma, LE, en la que ambas se complementan al dar el mismo protagonismo a la arquitectura, con grandes volúmenes en las prendas, y al movimiento, con piezas que se transforman.
El diamante ha sido el denominador común de la colección. Su impresionante belleza surge tanto en los estampados de vestidos y faldas como en patrones y complementos.
Así, las mallorquinas han diseñado vestidos con estampados de esta gema preciosa en azules y verdes y rosas y lilas que simulan el efecto óptico en 3D, al igual que sus coquetos bolsos.
Como si de un rompecabezas se tratara, a lo largo del desfile se vieron prendas que se transformaban en otras muy diferentes en tejidos más propios de un estudio de decoración que de un taller de costura como el caucho, el metacrilato o cristales bordados.
Lluis Corujo y 'Mort'
Inspirada en la muerte fue la propuesta de Lluis Corujo, quien desde un principio trabajó su colección Mort con la intención de "rendir un homenaje al ritual del luto", explicó a Efe.
Siluetas lánguidas, solemnes y muy estilizadas configuran una colección donde las lanas teñidas y peinadas con efecto astracán aportan la nota más novedosa, así como las plumas de oca, que realzaron piezas contadas.
Hilos con piedras y destellos dorados fueron las únicas licencias que el diseñador permitió al rígido luto.
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