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Del Valle vive "su problema " como una fantasía, sólo actúa si cree "que no habrá consecuencias"

  • Así lo ha manifestado un equipo de forenses en la séptima jornada del juicio
  • El supuesto asesino de Mari Luz era "frío y poco empático"
  • Tanto él como su hermana, también acusada, conocían "la ilicitud" de sus actos

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El principal acusado por la muerte de la niña Mari Luz Cortés, Santiago del Valle, reconoció al ingresar en prisión su "problema con las niñas", al que achacaba todo lo que le sucedía. Así lo han asegurado los distintos médicos forenses que han declarado este jueves en la séptima sesión del juicio.

Los testigos han añadido además que Del Valle mantiene generalmente este problema "en el plano de la fantasía" salvo cuando cree que sus actos no tendrán consecuencias negativas para él, entonces "pasa al acto".

Los forenses que han declarado este jueves realizaron el examen psicológico de los acusados una vez que ingresaron en la prisión de Albolote (Granada) en agosto de 2008 y han destacado en su declaración que tanto Santiago como su hermana Rosa, también acusada, negaron en todo momento su participación en los hechos.

Rosa, fría y Santiago, colaborador

Los médicos han añadido que ambos acusados no presentan alteraciones en  sus capacidades cognitivas, intelectuales y volitivas, por lo tanto "son capaces de comprender la licitud" de los hechos que presuntamente se le imputan.

Los forenses han resaltado la distinta actitud de los acusados al enfrentarse a las entrevistas: si la primera presentaba una actitud "fría y suspicaz" por su propia relación familiar y reaccionaba de manera "normal" en el medio judicial en el que se desarrolla, contrasta con la de Santiago, que en todo momento presentó una actitud "colaboradora" con matices de "manipulación e instrumentalización".

Los forenses han resaltado, por la entrevista a Rosa, que "para nada" estaba unida a su hermano y su mujer, Isabel García, y que era reacia a hablar de su entorno familiar porque "no lo había pasado bien, había sido víctima de agresiones, aunque no reconoce abusos sexuales hacia ella, sí hacia otra de sus hermanas".

Que sufrieran maltratos policiales es "inverosímil"

Los forenses han puesto de manifiesto también que los hermanos Del Valle dijeron haber sido objeto de maltratos y coacciones policiales durante sus declaraciones, -sólo maltrato en el caso de Rosa-.

Sin embargo, en este punto, una psicóloga del Instituto de Medicina Legal de Granada ha indicado que "no pareció verosímil", ya que ante su ausencia de reacción, comenzó a indicar que la Policía le había ofrecido "dinero y pisos", y cuando "una persona se justifica demasiado no suele ser cierto".

Esta experta también ha puesto de manifiesto la "frialdad emocional" de Santiago y su "escasa capacidad de empatía", y ha apuntado que le manifestó que "había sido objeto de abusos sexuales en su infancia por parte de su hermano mayor y que él había abusado de dos de sus hermanas, una de ellas Rosa".

La psicóloga ha indicado también que a pesar de que ambos acusados presentan un nivel de instrucción medio, es suficiente para "desenvolverse en la vida diaria y reaccionar ante hechos repentinos".

El relato de la mujer de Del Valle, "aprendido y artificial"

Por otro lado, un forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que realizó un examen psicológico a Isabel García, mujer de Santiago del Valle, cuando estaba ingresada en Sevilla II, ha precisado que el relato que ésta hace inculpando de todo lo sucedido a su cuñada,  Rosa del Valle, es "aprendido y artificial".

Ya entonces, en diciembre de 2008, Isabel exculpaba de todo a su marido, y echaba las culpas a su cuñada, como ocurrió en la primera sesión del juicio, y que lo hacía de forma "espontánea" pero "no daba argumentos sólidos, no justificaba plenamente los motivos por los que achacaba las culpas a su cuñada".

Asimismo, diagnostica un "menoscabo leve" de su capacidad volitiva por esa influencia que tiene de su marido o "no poder vivir sin él" pudiendo tener "cierta influencia sobre su voluntad", hasta el punto de asegurar que la ve como una persona con "capacidad de fabular por defender a su marido".

Según el forense, Isabel hablaba de los hechos con "desapego emocional" y "espontáneamente" dijo frases de lo que había sucedido, llegando a precisar, con respecto a las penas que merecían los que acaban con la vida de alguien accidentalmente, que "si un niño lo tienes agarrado y se te cae" la pena ha de ser menor.

La séptima jornada se retomará esta tarde con la declaración de cuatro profesores universitarios que participaron en la investigación.