El EGO de Cibeles, el EGO de Madrid
La colección de Cati Sierra es un canto a la naturaleza, la de la piel de toro y la de tierras lejanas. Tonos de la Sierra de Tramontana combinan con prendas de pelo de cabra de Mongolia, y destaca el punto grueso en tonos cítricos y frambuesa. El uso del estampado “ cachemir ” y los acolchados aterciopelados son lo mejor de su línea masculina. Los mismos colores utiliza “El Colmillo de Morsa”, nombre que esconde a Jordi Espiro y Elisabet Vallecillo. De sus perchas cuelgan estampados abstractos y combinaciones de tonos tan amorosos como marrones musgo y topo, rojos otoño y arándano o rosas cadmio y lavanda. La firma “LE” apuesta por prendas que se desmontan e se intercambian con la pareja. También por hombreras XXL, zapatos de tacón triangulo y minifaldas de volúmenes geométricos.
EL EGO de Cibeles se ha repartido entre Luís Corujo y Etxeberría
El negro recorre el desfile de Luís Corujo que saca a la pasarela viudas negras que llevan sus telas de araña a modo de echarpe. Con fruncidos, atados y elásticos crea siluetas diferentes, algunas de inspiración campesina. Se agradece que haya colecciones exclusivamente masculinas. La de Etxeberría es para un hombre sofisticado y sin complejos que no duda en llevar prendas de aire femenino como bolsos y prendas en pieles como zorro, astracán y serpiente. Los colores, de nuevo, cercanos a la tierra. Para la noche un toque de distinción en cuero y negro.
Jaime Mesa y Silvia Gallego hacen un homenaje a los adolescentes marginados por su aspecto. Su canción, siniestra, tiene corcheas negras y bemoles en gris. Belén Vidal cose y descose, teje y deshace, tiñe y destiñe, y todo para vestir y desvestir a una Eva que cambia su hoja de parra por prendas más invernales...y es que fuera del Paraíso hace frío. Moisés Nieto utiliza tejidos recios como el yute para modelar su colección titulada “Bautizo”, un trabajo de líneas definidas, patrones de los 50 y colores sin estridencias como negros, marrones y algún rojizo. Los guantes de crin y las sogas al cuello quedarían mejor en ARCO.
Y talentos jóvenes que pisan fuerte….
Las mujeres de la corte de Maya Hansen se contonean con vestidos que marcan las caderas, llevan patrones de corsetería (especialidad de la casa) y se aprietan con lazos lenceros. Inspirada en las reinas españolas, sus prendas lucen estampados y bordados de aire renacentista. También oros en distintos acabados y un negro fantástico (no todos los son) para los diseños relegados al final, cerca del aplauso.
Natalia Pérez y Jorge Bolado, o lo que es lo mismo “American Pérez” juegan con el look caniche. Divertidos vestidos lucen “tocados caninos” en el bajo y cuellos masculinos. Destaca la variedad de tejidos y la mezcla de colores que confieren al desfile un aire veraniego y pop. El rosa es una declaración de principios y en tonos chicle, fresa, salmón y viejo se alían con crudos y marrones para firmar un breve comunicado “Odio el invierno".