El rey arropa a Kuwait en el 50 aniversario de su independencia
- De este modo el monarca hace patente su amistad con Kuwait
- La bandera española ha desfilado junto a la de los aliados
El rey ha hecho patente la amistad que une a España con Kuwait con su asistencia al desfile conmemorativo del 50 aniversario de la independencia de este pequeño emirato, ajeno por ahora a la ola de protestas que recorre el Magreb y Oriente Próximo en favor de la democracia.
Don Juan Carlos tuvo el honor de sentarse a la derecha del emir kuwaití, el jeque Sabah al Ahmed al Sabah, por ser el jefe de Estado más veterano de la docena que asistieron al evento.
Kuwait también conmemora hoy el quinto aniversario de la llegada al trono de Sabah al Ahmed al Sabah, de 81 años, y el vigésimo de la expulsión de los iraquíes tras la invasión del emirato durante seis meses ordenada por Sadam Hussein en agosto de 1990.
Aquella ocupación dio pie a la Guerra del Golfo, en la que Estados Unidos lideró una coalición de una treintena de países, entre los que estuvo España prestando apoyo logístico.
En agradecimiento a aquella colaboración, la bandera española desfiló hoy junto a las de los aliados al comienzo de la marcha.
La parada militar tuvo lugar en Sabiya, en mitad de la autopista que enlaza, a través del desierto, la capital kuwaití con la frontera de Irak.
De la veintena de jefes de Estado con los que el emir esperaba contar, acudieron finalmente algo más de la mitad.
De los ausentes, destacó Mohamed VI de Marruecos, con quien Don Juan Carlos hubiera coincidido después de cuatro años y medio.
El rey de Bahréin, el más aplaudido
El Rey y el monarca alauí quedaron el pasado mes de agosto en mantener una cita tras la crisis diplomática desatada por las quejas de Rabat ante el trato recibido por algunos de sus ciudadanos en la frontera de Melilla.
En representación del monarca alauí, viajó a Kuwait el presidente de la Cámara marroquí de Representantes, Abdeluahed Radi.
Uno de los participantes más aplaudidos por el millar de espectadores fue el rey de Baréin, Hamad Bin Isa Al-Jalifa, que decidió tomarse un respiro en Kuwait ante el acoso que sufre en su país por los manifestantes que le reclaman reformas democráticas.
Similar agrado suscitó el ex secretario de Estado estadounidense Colin Powell, quien ejercía el mando del Ejército de su país cuando se llevó a cabo la misión "Tormenta del desierto" en apoyo de Kuwait.
El invitado con más carga simbólica fue el presidente de Irak, Jalal Talabani, que con su asistencia hizo un gesto más por cerrar las heridas que dejó la guerra con el vecino país hace dos décadas.
También estuvieron el presidente de Turquía, Abdullah Gul, sentado a la izquierda de Don Juan Carlos; el de Siria, Bachar el Asad; el de Rumanía, Traian Basescu -el único europeo con España- así como los jefes de Estado de Pakistán, Qatar, Bután, Bangladesh.
El único presidente de América Latina fue el de Honduras, Porfirio Lobo, aceptado por los países árabes, pero denostado por buena parte de la comunidad iberoamericana, que le siguen viendo como continuación del golpe de estado que derrocó a Manuel Zelaya.
Acompañado de Trinidad Jiménez
Don Juan Carlos llegó al lugar del desfile acompañado del consejero del emir y ex embajador de Kuwait en España, Salem Jaber al Ahmad al Sabah, seguido en un coche distinto de la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez.
En una tribuna con amplia mayoría masculina, Jiménez se sentó por rango en una segunda fila, junto a colegas como la francesa, Michéle Alliot-Marie, a quien dan ya por destituida por su relación mantenida con el régimen tunecino antes de las revueltas.
El desfile contó con la presencia de unidades terrestres de EEUU, Francia y Reino Unido y de varios de los países del Golfo Pérsico.
Los tanques, los vehículos blindados, los helicópteros y una escuadrilla de aviones de combate centraron la parada, que se prolongó durante casi dos horas.
Los festejos por los tres aniversarios que Kuwait conmemora en esta fecha continúan por la tarde en el Palacio Bayan con un musical de opera y con una cena ofrecida por el emir.
El Rey, quien llegó anoche a Kuwait con Trinidad Jiménez procedentes de San Petersburgo (Rusia), aprovechará su estancia en el emirato para tener algunos contactos bilaterales, entre ellos, con el presidente turco y el alemán, Christian Wülff, quien se incorporará a los actos vespertinos.
Jiménez también lo hará con su colega kuwaití Mohammed Sabah Al Salem Al Sabah para repasar las relaciones con el emirato, en el que España ve una oportunidad como punto alternativo de importación de petróleo y de inversiones para las empresas españolas.