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El arte de volar de los colibríes

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Colibríes en su hábitat natural de Mindo, Ecuador
Colibríes en su hábitat natural de Mindo, Ecuador

Los colibríes están considerados como los animales más veloces del planeta, en relación a su tamaño y la distancia que recorren.

Al contrario que el resto de los pájaros, que sólo baten sus alas hacia abajo para volar, estas pequeñas aves son capaces de moverlas hacia arriba y hacia abajo, y alcanzan velocidades entre 60 y 80 kilómentos por hora.

Son pájaros pequeños -de 5 a 20 centímetros de longitud como máximo- tienen una larga lengua bífida y peluda con la que succionan el néctar de las flores y capturan insectos con los que se alimentan.

Además, son algunos de los animales más coloridos de la selva. Y el noroeste de Ecuador, concretamente la región de Mindo, es uno de los lugares con mayor variedad y concentración de colibríes de todo el mundo.

Allí, Ángel Navarro (fotógrafo y realizado de TVE) ha conseguido retratar centenares de estas pequeñas aves que demuestran la gran riqueza ornitológica del lugar.

Por diferente que parezca, los colibríes no son asustadizos sino muy confiados

Durante 15 días, Navarro y su equipo han compartido hábitat con los colibríes, aunque no han necesitado mimetizarse con la naturaleza, porque "estos pájaros no son asustadizos y no hemos tenido ningún problema con ellos porque son muy confiados", reconoce el realizador de TVE.

Se han 'tirado' más de 2.500 fotografías, "aunque sólo el 10% son buenas", señala el fotógrafo, "pero aún así hemos tenido suerte, porque hay que tener mucha paciencia y saber donde están para poder retratarlos".

Destacado papel biológico

Los colibríes tienen una gran importancia para las plantas porque, como los insectos y los murciélagos, forman parte del fenómeno de la polinización.

Al ser tan activos, los colibríes necesitan una gran cantidad de alimento para sobrevivir. Según los expertos, algunos consumen la mitad de su peso, e incluso se dice que pueden visitar de 500 a 3.000 flores por día.

Y no sólo absorben su néctar, si no que su fuente de alimentación se compensa con pequeños insectos y arañas.