Conducción acompañada: ¿riesgo innecesario o mejora de la formación?

• El Consejo de Ministros aprobó estudiar la medida
• Permitiría conducir a mayores de 17 años acompañados por adultos
• RACE y las víctimas de accidentes de tráfico temen que puede ser peligroso
• El RACC cree que formará a los conductores noveles

Un padre instruye a su hijo en la conducción

La reducción de la velocidad máxima a 110 km/h atrajo toda la atención tras el Consejo de Ministros del pasado viernes. Sin embargo, además de las líneas maestras en seguridad vial para el periodo 2010 - 2020, el Gobierno también aprobó el estudio de la conducción acompañada.

Por este sistema, los mayores de 17 años podrían conducir acompañados de un adulto, siempre que hayan superado el examen teórico y recibido al menos 20 clases prácticas en una autoescuela, según explicó recientemente el subsecretario de Interior, Justo Zambrana. El acompañante ha de ser un conductor experimentado y con un expediente limpio de sanciones, como ya ocurre en los países donde se aplica.

El grupo que estudiará la medida aún no se ha creado, según explican desde la DGT, aunque en el sector las opiniones divergentes no se han hecho esperar.

Desde el Real Automóvil Club de España (RACE) descartan que esta medida sea prioritaria o que exista demanda social.

"No se debería haber abierto el debate, hay otros colectivos en los que hay que trabajar más para bajar la siniestralidad, como motoristas o trabajadores al volante", señala Jorge Castellanos, coordinador de Movilidad del club.

"Desde 2003 ha habido un descenso del 60% de siniestralidad en jóvenes. Si se está yendo por el buen camino, la conducción acompañada es introducir otro factor de riesgo por la juventud y la inmadurez".

"Que en otros países haya funcionado no significa que aquí funcione, por diferencias culturales", señala Castellanos. El RACE cree que hay que ser muy estricto a la hora de autorizar al conductor acompañante, y que el mínimo de 20 clases teóricas puede ser insuficiente.

Las víctimas de accidentes, en contra

En una línea similar se manifiesta la asociación de víctimas de accidentes de tráfico Stop Accidentes.

"Es negativo. No podemos equipararnos a otros países donde conducen menores de edad si antes no nos equiparamos en Educación Vial", dice su presidenta, Ana Novella.

La asociación pide que esta sea una asignatura en el currículum escolar, como ocurre en Estados Unidos, porque "es una garantía de futuro, garantiza la concienciación que falta en España".

Novella cree que en la situación actual, poner a menores al volante puede ser contraproducente. "Si hay jóvenes que ya cogen el coche sin carné, ¿quién garantiza que eso no vaya a ocurrir, habiendo conducido antes?", advierte.

Reducir el riesgo en conductores noveles

Desde la Fundación del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), en cambio, creen que esta opción, "bien hecha, puede ser positiva", sobre todo para los conductores noveles.

"En el primer año después de sacarse el carné las cifras de siniestralidad son aún excesivas", asegura Xavier Ruestes, gerente de programas de la Fundación. "Pensamos que conducir junto a una persona de experiencia les formará más que conducir solos o con amigos", añade.

Ruestes cree que la mentalidad de la juventud española ha cambiado sustancialmente desde la instauración del carné por puntos y las campañas de la DGT, por lo que "estamos en parecidas circunstancias a los países de la UE" donde existe esta figura.

José Miguel Báez, de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), opina: "No va a ser malo siempre que se haga con las condiciones apropiadas". Báez cree que la formación va a ser similar a la que se recibe ahora, ya que los menores han de pasar por una autoescuela, y que aportará más experiencia.

Respecto a las 20 clases prácticas, Báez entiende que son un número mínimo. "Tendrán que dar las clases que realmente necesiten", subraya.

Por último, desde la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) explican que "no se trata de un sistema ni bueno ni malo; depende mucho de cómo se aplique, cómo se planifique, cómo se controle, etc".

"En EE.UU. casi todo el mundo lo hace"

¿Cómo es la experiencia de conducir siendo adolescente? En EE.UU. y Canadá, el sistema está muy asentado, y cada estado o provincia establece sus propias condiciones de acceso a la conducción acompañada: edad mínima, limitaciones y condiciones del acompañante.

Carol Gesero tiene 20 años y es originaria de Massachusetts, aunque estudia en España. Comenzó a conducir con un learner's permit (permiso para principiantes) con 15 años, y con 16 ya tenía el carné. "Allí casi todo el mundo lo hace" - asegura - "y en las escuelas secundarias hay un aparcamiento para alumnos".

Para ponerse al volante tuvo que acreditar la asistencia a 40 horas de clases teóricas y seis prácticas con un instructor profesional, lo que le resultó "muy caro".

"Ahora han aumentado el número de clases prácticas a 12 porque piensan que los conductores jóvenes tienen más accidentes", explica. Su madre tenía que acompañarla en todo momento porque "es ilegal conducir solo con un learner's permit".

Carol cree que es "necesario" tener experiencia antes de sacarse el carné, pero confiesa que hoy no haría lo mismo. "Esperaría a tener los 18 o más, porque entonces no es obligatorio ir a la autoescuela, solo superar un examen, así que no gastaría tanto dinero".

"Comencé a conducir a los 14 años"

Pero entre quienes han aprendido a conducir con este sistema, hay quien duda que en España se den las condiciones ideales.

Es el caso de Gustavo Gómez, que califica su propia experiencia de "muy agradable". Nació en Montreal, Canadá, hace 48 años, de padres españoles, y comenzó a conducir a los 14 años.

"Cogía el coche en trayectos cortos, para soltarme, y siempre con mi padre", recuerda. "Me vino muy bien para aprender, además el coche era automático".

En Quebec y con tan solo 16 años, Gustavo ya pudo obtener el carné y para entonces, dice, ya estaba "más preparado y más seguro, porque llevaba dos años al volante".

"El concepto de conducir con un adulto está bien", opina. Así, él aprendió de su padre a conducir con cuidado y a respetar los límites. Sin embargo, cree que existe una diferencia fundamental entre Canadá y España, donde vive y conduce desde hace 19 años.

"En Canadá la sociedad es muy respetuosa con el prójimo, puedes conducir tranquilo, pones el intermitente y los coches te dejan incorporarte". En España, en cambio, "la forma de conducir es muy distinta, más agresiva, y muchos niños no aprenderían correctamente de sus padres".

Gustavo no ve que los jóvenes españoles por debajo de los 17 años tengan la "necesidad" de coger el coche. Aún así, no cree que su hijo, de 13 años, vaya a poder tener una experiencia similar a la suya. "Falta civismo", apostilla.