"Yo tuve un blog cuando estaba de moda"
- Hicieron posible "Internet parta todos"
- En torno al 95% de los blogs se encuentran abandonados
- Se han establecido como parte del ecosistema de medios de Internet
- Actualmente convergen con variantes como los microblogs y las redes sociales
La frase del título me la dijo alguien que había tenido un blog hacía años, en 2003. Ya no lo tenía. Lo dejó al poco de que se pusieran de moda, un par de años después. "Fue interesante tenerlo cuando solo eran tendencia". Sin blog, ahora se prodiga más por redes sociales como Facebook o canales de distribución de información como Twitter.
Antes creaba contenido en forma de posts o anotaciones de cierta longitud. Ahora selecciona y comparte contenidos creados por otros. O simplemente se expresa y mantiene conversaciones escribiendo unas pocas palabras cada día en Facebook o Twitter.
Del 'boom' al abandono
Cuando surgieron los blogs, hace ya un decenio, una de sus principales virtudes era lo mucho que facilitaban publicar en internet. De repente eliminaba la complejidad que suponía hasta ese momento preparar una página web y especialmente actualizarla periódicamente.
Pero además con internet establecida como plataforma de distribución abierta y virtualmente gratis se hacía innecesario ya poseer un canal de distribución en propiedad -en forma de rutas de reparto o licencias de emisión- para convertirse en medio.
Antes de que los blogs se popularizaran, cuando se hablaba de ellos con interés y conocimiento solo en grupos cercanos a Internet, era excepción que se consideraran medios "de verdad".
"Entonces -me dice-con un blog era imposible acreditarse como medio en ningún evento, ni aún con el título de periodista".
Esto dependía sobre todo de qué sector o tema tratara el blog. Aunque en tecnología enseguida fueron acogidos como un medio a considerar -al fin y al cabo eran "tecnología" en sí mismos- aquel blog de 2003 ya desaparecido trataba sobre moda y tendencias, un entorno mucho más alejado de la tecnología y apenas tratado en cuadernos de bitácoras hasta hace relativamente poco.
Como ejemplo, no fue hasta el año pasado cuando accedieron blogs acreditados como medios a la pasarela Cibeles.
En plena fiebre de los blogs Technorati se estableció como observador y analista del fenómeno a nivel global. Anualmente publica el estudio anual State of the Blogosphere sobre el estado de la blogosfera. Technorati llegó a contabilizar cerca de 140 millones de blogs de todo el mundo entre 2002 y 2008, antes de dejar de seguir contando.
“Solo el 3% de los blogs en español permanecen activos“
Y aunque Technorati no los contabilizaba, ya en 2007 los blogs de China habrían supuesto la mitad de esa cifra.
La plataforma de blogs hispana Bitácoras, recoge en su Informe sobre el estado de la blogosfera hispana que tiene registrados algo menos de medio millón de blogs en español.
Pero independientemente de la cantidad bruta, el dato de cuántos se pueden considerar activos, aquellos que se mantienen actualizados a lo largo del tiempo de manera más o menos frecuente, es siempre mucho menor: entre un 90 y un 95% de todos los blogs están abandonados a nivel global.
De los blogs escritos en español sólo el 3% permanecen realmente activos, según Bitacoras.com.
Blogs, establecidos pero en transición
“Las líneas que separan los blogs, los microblogs y las redes sociales son difusas”, explican desde Technorati, “a medida que la blogosfera converge con los medios sociales se incrementa el intercambios de posts a través de las redes sociales.
Pero los blogs son significativamente más influyentes en los contenidos de otros blogs de lo que lo son las redes sociales.
La transición en la se encuentran actualmente los blogs ha cambiado también las herramientas y modos de publicar en los blogs, con preferencia por aquellos que facilitan la publicación desde dispositivos móviles.
Plataformas de blogs otrora muy populares como Blogger o TypePad han dejado paso a otras, que aunque en esencia permiten hacer lo mismo, resultan más cómodas y adecuadas para utilizar desde teléfonos móviles como Tumblr o Twitter, lo que propicia una forma de escribir “más espontánea y breve”.
“Se opta por herramientas que publican desde móviles más espontaneas y breves“
Esta transición también la experimentaron los fotoblogs, una variante de los blogs que también llegó a ser muy popular y que tenía como fin publicar y compartir fotografías.
Actualmente parte de esa actividad que antes se realizaba en los fotoblogs se ha trasladado también –además de a servicios específicos como Flickr– a las mismas herramientas de "microbogging" y redes sociales.
Y también se han visto influenciados por esta tendencia a la movilidad y espontaneidad, con aplicaciones y servicios en los que prima publicar y compartir fotografías directamente desde el teléfono móvil.
El medio vs. la persona
La gente quiere conversar y compartir, y plataformas como Twitter posibilitan esto sin necesidad de tener que pasar por las "oposiciones" de montar un blog, mantenerlo en el tiempo y lograr que adquiera cierta relevancia.
Twitter es un ejemplo "ultrasimplificado" de lo que representan más complejamente los blogs: Internet abierto a la participación de todos.
De modo que en realidad nunca llegó a estar de moda tener un blog. Lo estuvo más bien empezar un blog porque entonces era la herramienta más sencilla para resolver la necesidad de comunicación que ahora estimula conversaciones en Twitter, Facebook, Tuenti o Flickr y que ya antes había dado lugar a foros y grupos de discusión de internet.
Twitter responde a la razón de ser de la web, compartir información y conversar y añade planteamientos heredados de los blogs, en los que tiene su origen. No obstante Evan Williams, uno de los fundadores de Blogger es también uno de los fundadores de Twitter.
“Twitter tiene una relación imbatible entre esfuerzo y recompensa“
Por lo anterior Twitter también propicia comportamientos y aspiraciones que vimos y vemos en muchos blogs, como alimentar egos y satisfacciones personales, servir como válvula de escape o de rebosadero para sacamuelas.
Twitter aparte de resultar simple y sencillo hasta lo extremo tiene una imbatible relación entre esfuerzo y recompensa; reacciones inmediatas y directas. No de "visitas", de personas con nombres y apellidos.
En las redes personales o sociales cuenta la "firma" más que los blogs en los que el autor o autores, salvo excepciones, pasan más desapercibidos.
En Twitter, desconocidos se codean con famosos y periodistas, y tertulianos tienen nombre propio y no cabecera de programa. Da visibilidad con una inmediatez acorde a la cultura de la satisfacción inmediata, a distinta escala según los seguidores que se tengan. Y propicia atraer la atención hacia uno mismo interviniendo en cualquier conversación que aparezca por el timeline.
Además se puede hacer en cualquier momento y en cualquier lugar, porque esa simpleza y sencillez permite participar desde cualquier dispositivo con conexión a Internet, sea el ordenador, el móvil o el televisor.
Twitter también es parejo a la cultura del "usar y tirar": un tweet vive durante unos 20 segundos y luego se pierde en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Cumple su función y desaparece entre los millones de escritos que se generan cada hora. Más de 50 millones de tuits al día.
Pero que los tweets, como las palabras de voz, se las lleve el viento no quiere decir que no cumplan su función: sirven como piezas en la construcción de una presencia online y como vehículo que posibilita conversaciones y relaciones entre personas.
Que al fin y al cabo es en torno a lo que gira todo en la especie humana. Los blogs han pasado a ser parte de los medios propios de Internet y no noticia. Muchos usuarios que los visitan directamente o desde enlaces en redes sociales no se plantean ya si están visitando un blog o no.
Ni importa ni falta que hace, lo que cuenta es el contenido. “Los blogs ya no son una comunidad advenediza”, comentan en Technorati, “ahora están firmemente establecidos con influencia en las narrativas cotidianas.”