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Irán dispersa con gases lacrimógenos una nueva protesta a favor de la oposición

  • Ha sido la tercera manifestación en dos semanas
  • Según varios medios opositores habría cinco personas detenidas

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La policía iraní ha empleado gases lacrimógenos para dispersar a las personas que han protagonizado este martes una manifestación en el centro de Teherán, según informan medios de la oposición.

Sin embargo, resulta complicado saber cuál es el estado preciso de la situación ya que el diario oficial iraní, en su sitio online, asegura que "en los distintos distritos de Teherán hay un ambiente de tranquilidad y normalidad".

Manifestaciones prohibidas

A los impedimentos para comprobar qué está ocurriendo en Irán se le añade la habitual dificultad que tienen los corresponsales de los medios extranjeros para cubrir las manifestaciones.

Por ello, las fuentes principales residen en los medios opositores, Kaleme.com y Sahamnews.org, que informan de que los enfrentamientos se han producido por la tarde especialmente alrededor de la Universidad de Teherán y en la gran plaza Azadi.

Al parecer, los problemas comenzaron cuando las fuerzas de seguridad, en gran medida desplegadas en la capital, trataron de impedir varias protestas a favor de los líderes opositores, Musaví y Karrubí, que, según el medio Kaleme, lograron congregar a un "gran número de manifestantes".

En la manifestación, la tercera en dos semanas, había sido prohibida por las autoridades y en ella al menos cinco personas han sido detenidas en Teherán, según el medio opositor Rahesabz.

Los gritos de la oposición

Durante la protesta, los manifestantes han coreado: "¡Muerte al dictador!" . Sin embargo, la página web del diario del gobierno de Irán asegura, citando a sus periodistas, que los escenarios presentados por los sitios de la oposición como puntos "calientes", estaban más que tranquilos y en ellos los iraníes hacían sus compras propias del Año Nuevo de Irán, que empieza el 21 de marzo.

Con todo, han sido varios los sitios web de oposición que han pedido a los partidarios Musaví y Karrubí que liberaran a los líderes de la oposición.

Hasta el momento cuál es el paradero de los dos es una incóginta ya que ambos, formalmente acusados de ser "traidores" al régimen, fueron puestos bajo arresto domiciliario estricto en su casa, y están totalmente aislados del mundo exterior sin ningún tipo de contacto con sus familiares.

Pero, además, aunque no hay confirmación oficial, sus familiares aseguran que han sido detenidos y encarcelados.

Estas medidas contra los dos adversarios se han tomado después de su convocatoria de protestas que han logrado atraer a miles de opositores el pasado 14 de febrero en Teherán y otras ciudades del país por primera vez en un año.