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De Rabat a Manama: "Árabes y orgullosos de serlo"

  • Las revueltas árabes ilusionan a las nuevas generaciones de Oriente Medio
  • Internet y las redes sociales se hacen eco de este estado de ánimo

Especial sobre las revueltas en el mundo árabe

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Fotografías de los "mártires" libios, asesinados en la violenta represión del Gobierno en Bengasi.
Fotografías de los "mártires" libios, asesinados en la violenta represión del Gobierno en Bengasi.

Considerados durante mucho tiempo como "sumisos" o "extremistas", los pueblos árabes han sido sacudidos por revoluciones pacíficas que han roto estos estereotipos y han recuperado un orgullo aplastado por décadas de opresión.

"Por primera vez en mi vida me siento orgulloso de ser árabe", ha afirmado Jamil Ahmad, un jordano de 35 años. "Ahora puedo ir con la cabeza bien alta".

Desde la caída de los regímenes del tunecino Ben Alí y el egipcio Hosni Mubarak, gracias a la presión de su pueblo, algo impensable hace tan solo dos meses, y con otras revueltas recorriendo la región, miles de personas, desde Túnez hasta Saná, proclaman entusiasmados su "identidad árabe".

En las redes sociales

"Yo nací en Túnez, viví en Egipto, di mi sangre en Libia, me golpearon en Yemen, pasando por Baréin. Crezco en el mundo árabe... para llegar a Palestina . Mi nombre es Libertad", ha escrito Saif Karim en una página de Facebook.

Titulada simplemente "Yo soy un árabe", esta página que reúne a más de 3.000 miembros demuestra su apoyo a estas revoluciones.

Otras páginas similares, "Árabes y orgulloso de ello" o "Un mundo árabe unido", entre otros, se han convertido en un lugar de expresión de los sentimientos de solidaridad y hermandad entre los pueblos árabes.

"Túnez ama a Baréin" o "Todos los árabes con Libia" son algunas de los comentarios que dejan los usuarios.

Hemos pasado de una nación muda a una revolucionaria

"Hemos pasado de una nación (árabe) muda, calificada como apática y humillada, a una nación cuyas revoluciones son comentadas en el mundo", se enorgullece Arij Abdoulrazzaq Alfaraj, un saudí de 24 años.

Este diplomado en Medicina ha asegurado a través de Facebook a la agencia France Press que espera una revolución "social y cultural" a la imagen de la Revolución Francesa.

"Me siento orgulloso de ver que los jóvenes árabes son capaces de cambiar las cosas", ha declarado también Aamar El Ojaili, iraquí de 36 años.

Enganchados a la pantalla del móvil o el televisor, o conectados al ordenador, los ciudadanos de la región siguen minuto a minuto las imágenes inolvidables de "su" Historia en marcha, esta "primavera árabe" con la que han soñado secretamente a la sombra de estados policiales y represivos.

La mayoría de los países árabes habían conocido la euforia de la descolonización y con el sueño de una unión árabe encarnada por el carismático líder egipcio Gamal Abdel Nasser. Pero los sucesos de 2011 son totalmente inéditos, según los expertos.

"Están todas las clases sociales, sin ningún eslogan identitario ni partidista, con un lenguaje maravillosamente claro y sin figura carismática", explica a AFP Georges Corm, especialista en Oriente Medio.

"Esta es una gran innovación en la historia del mundo contemporáneo", sostiene este historiador y economista que evoca una "bella interacción entre los derechos humanos y las tecnologías modernas".

El sueño de la unión árabe

Liberados del miedo, aspiran a la libertad y a la democracia, muchos se atreven a soñar de nuevo con una unión árabe.

"Al diablo las diferencias religiosas, tribales y geográficas, mirad como Europa se ha unido a pesar de las diferencias de lenguas, ¿por qué no nosotros?", dice Arij.

Para Sari Hanafi, profesor de sociología en la Universidad Americana de Beirut, la imagen estereotipada del árabe "barbudo" que se tiene en los países occidentales ha cambiado. "Han visto algo nuevo, gente civilizada y pacífica".

En su opinión, ciertos responsables extranjeros siguen aún en "la ignorancia" y el miedo a la islamización de una región percibida a menudo como una "reserva de terroristas", sobre todo desde los ataques del 11-S.

En "Consideraciones sobre la desgracia árabe", el intelectual libanés Samir Kassir, que militaba por una democracia en la región antes de su asesinato en 2005, escribe: "No es bueno ser árabe hoy".

Siete años más tarde, el diario saudí en lengua inglesa Arabnews afirmaba en plena revolución egipcia: "Es estupendo ser árabe de nuevo".