Ácaros conservados en ámbar en pleno apareamiento revelan que ellas dominaban
- Un equipo de investigadores han hallado su fósil de hace 40 millones de años
- La investigación demuestra que los roles sexuales tradicionales se invirtieron
Descubrir insectos conservados en ámbar es una gran novedad. Sobre todo si tiene 40 millones de años. Si además están preservados en pleno apareamiento, es todo un hito.
En el fósil se pueden ver dos ácaros, macho y hembra, que revelan que algunos especímenes femeninos llegaron a ser más fuertes que sus compañeros masculinos. Es decir, que eran una expecie en la que los roles sexuales tradicionales se habían invertido.
El descubrimiento lo han realizado investigadores de la Universidad de Michigan y de la Academia de Ciencias de Rusia durante una excavación en el Mar Báltico, y han publicado los resultados en la revista Biological Journal of the Linnean Society.
En estos ácaros (Glaesacarus rhombeus), ya extintos, el macho carecía de órganos para aferrarse a las hembras como ocurre en muchas especies actuales.
La hembra, sin embargo, tenía una proyección como una almohadilla -en la parte trasera del cuerpo- que le permite contolar la cópula.
Guerra de sexos
En los ácaros, como en muchas especies animales, la batalla de los sexos viene de lejos. Cada género pretende lograr un estatus superior para asegurar sus objetivos.
En el caso de los ácaros, los machos se benefician de coaccionar a las hembras para aparearse y se aseguran de que otros machos no copulan con ellas. Las hembras, en cambio, al dominar el apareamiento, pueden elegir a los machos superiores y rechazar a los perdedores.
Incluso estructuras que se encuentran en algunos ácaros de la actualidad también muestran evidencias de un control femenino sobre el apareamiento, porque algunos linajes han desarrollado en las hembras tubos copuladores que funcionan como un pene.