Zapatero ofrece a Túnez buques para traer a Occidente a refugiados libios
- En su visita, apoya el cambio histórico que vive Túnez
- Zapatero puso el ejemplo de la transición española como posible "modelo"
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha mostrado su respaldo al cambio "histórico" que vive Túnez y se ha comprometido a movilizar a la comunidad internacional para trasladar a sus países de origen a los miles de refugiados que están llegando desde Libia.
"Estamos comprometidos con el Gobierno de Túnez a dar la máxima ayuda para que afronte la cuestión de los refugiados en la frontera que provienen de Libia", ha explicado el presidente del Ejecutivo, al tiempo que ha añadido que España está a punto de mandar un "segundo avión" con ayuda humanitaria y para trasladar a los refugiados. "También tenemos buques para evacuar a los refugiados", ha detallado Zapatero.
En rueda de prensa, tras reunirse con el presidente interino de Túnez, Fuad Mebaza, y con el nuevo primer ministro, Beyi Said Essebsi, ha defendido que España ha acudido a la llamada de este país no para dar lecciones sino para "apoyar los cambios y las reformas democracticas".
"Queremos estar desde el primer momento y queremos ser del grupo de países que apoyen con más determinación lo que está pasando en el mundo árabe", ha defendido el presidente del Gobierno, que esta semana ha realizado una gira por Oriente Medio.
Zapatero ha incidido en la necesidad de apostar por un cambio en el modelo económico de Túnez, con dos ámbitos de actuación: privado y público.
Las autoridades tunecinas han elogiado a España como país "amigo" desde hace siglos y ha confiado en que permanezca a su lado también en el futuro.
El jefe del Ejecutivo español se ha mostrado convencido de que la corriente de democracia y libertad que ha comenzado en Túnez se va a extender y ha garantizado que España, aunque no pudo hacerlo en el pasado por sus propias circunstancias, va a estar ahora "al frente para consolidar las aspiraciones de los pueblos del norte de África, el Magreb y el mundo árabe".
Ayuda de España
Estaba previsto que España apoyará el fortalecimiento institucional a través de la oficina técnica de cooperación que tiene en Túnez. Fuentes del Ministerio de Exteriores ya explicaron que Zapatero ofrecería ayuda técnica y financiera para la organización de las elecciones y respaldaría la concesión al país de créditos del Banco Europeo de Inversiones.
Además, ante la crisis humanitaria que puede provocar la llegada masiva de refugiados desde Libia, España prepara ya el envío de un segundo avión a la frontera, en coordinación con ACNUR y Cruz Roja Internacional.
Zapatero, que regresó a España este martes de su visita de dos días a Catar y los Emiratos Árabes Unidos, mostró su respaldo al proceso de democratización tunecino y ofreció como "modelo" el ejemplo de la transición española.
Riesgo de contaminación religiosa
Líderes políticos y representantes de la sociedad tunecina han informado este miércoles al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de los desafíos y riesgos que perciben en la transición democrática que este país está iniciando, entre los que han citado la posibilidad de que el islamismo "contamine la revolución".
El presidente de la Liga Tunecina de los Derechos Humanos, Mokhtar Trifi, ha pedido a España y a la UE ayudas para que la economía tunecina "levante la cabeza", mientras que el portavoz del Consejo Nacional de las Libertades Tunecinas, Sihem Bensedrine, considera que España tiene un papel que jugar en la transición tunecina ya que no pueden confiar en Francia por la relación estrecha que este país mantuvo con Ben Ali.
Mohamed Charfi, firme defensor de la separación entre Estado y religión y uno de los sabios que Zapatero eligió para poner en marcha el proyecto de la Alianza de las Civilizaciones, ha alertado de que de forma sutil han empezado a aparecer salas de oración en las universidades y de que los islamistas están presionando cada vez más para que desaparezcan las residencias mixtas de estudiantes, según han contado fuentes de la delegación española presentes en estos encuentros.
En una línea similar se ha expresado la secretaria general de la Federación Internacional de los Derechos Humanos, Jadija Cherif, quien trasladó el temor general entre las organizaciones pro DDHH de que el islamismo "contamine" la revolución y pretenda incrustarse en la Constitución.
La Constitución tunecina de 1959 define a Túnez como un Estado libre e independiente, cuya religión es el Islam. Es el país del mundo musulmán donde hasta la fecha existe una mayor separación entre Estado y religión.
Otros interlocutores han advertido de la permanencia de la policía política del régimen del presidente Zine el Abidine Ben Ali, que huyó a Arabia Saudí el pasado 14 de enero, como fue el caso del decano del Ilustre Colegio de Abogados, Abderrazak Kilani, que ha señalado que el pueblo tunecino no tiene el convencimiento de que sus aspiraciones democráticas no sean de nuevo traicionadas.
Reunión con el primer ministro, en el cargo desde el domingo
La inestabilidad impera todavía en Túnez. El primer ministro, Beyi Said Essebsi, con el que se reúne Zapatero, llegó al cargo el domingo tras la dimisión de Mohamed Ghanuchi, cuya permanencia en el puesto había sido fuertemente contestada.
Desde entonces se han sucedido las dimisiones de ministros y Essebsi, de 85 años, tampoco ha sido bien acogido por la oposición, que le considera una figura del antiguo régimen sin demasiada capacidad como para encabezar una transición política.
Tras entrevistarse con él en el Palacio presidencial de Cartago, Zapatero mantendrá una intensa agenda de reuniones en la residencia del embajador español, donde se entrevistará con líderes de movimientos sociales, responsables de fuerzas políticas de la oposición y con los presidentes de las tres comisiones de reforma que estudian el cambio político, la corrupción y los abusos.