'Burkamanía', un ataque frontal contra la injusticia
- El dibujante belga JacPé critica la obligación de usar esa prenda
- Es uno de los humoristas más apreciados de su país
JacPé
Grafista e ilustrador de Bruselas especializado en dibujo humorístico. Ha colaborado con numerosas publicaciones, y trabaja como humorista gráfico desde hace trece años en el corrosivo semanario satírico belga que todos los políticos leen a escondidas, el Père Ubu. Expone regularmente en varias galerías de arte belgas, y a él le debemos el truculento recopilatorio de dibujos Petit dictionaire de l’absurde, publicado en 1999.
Millones de mujeres viven sojuzgadas por una prenda de vestir, el burka, una suerte de velo integral que cubre por completo la anatomía femenina. Armado con su ácido sentido del humor, el dibujante belga JacPé censura esta injusticia con su último trabajo gráfico, Burkamanía (Norma).
"El mundo entero se movilizó contra los talibanes de Afganistán porque dinamitaron los budas de Bamiang, pero pocos fueron los que se movieron cuando los mismos talibanes lapidaban a las mujeres adúlteras, prohibían la escolarización de las niñas y obligaban a llevar burka", denuncia en el prólogo del libro Anne-Marie Lizin, profesora del Instituto de las Ciencias Políticas de París.
Las ilustraciones de JacPé son un toque de atención, una llamada contra este comportamiento que Lizin define como "medieval". "Las mujeres ni se atreven a soñar con ser liberadas un día del burka, porque esta lucha tropieza con las estructuras sociales y mentales que tienen", añade la ex presidenta del Senado belga.
Sólo burkas negros
Los dibujos dan la oportunidad de conocer los usos y costumbres de la mujer afgana, que también se sume en un mar de dudas cuando tiene que elegir su vestuario, debatiéndose frente a un armario en el que sólo hay burkas negros.
Al igual que sus pares occidentales, las féminas de Afganistán tienen su propia colección primavera-verano. Para este año se impone (literalmente) el burka de tonos oscuros, pero existe una amplia gama de rejillas para el rostro.
"Le queda muy bien, realza el color de sus ojos", dice una dependienta, en una de las ilustraciones, mientras su clienta se prueba un burka que le tapa de pies a cabeza.
La integración del Burka en España
Pero no todo iba a ser negativo. Los afganos, por ejemplo, también celebran el Día Internacional de la Mujer. En esta jornada tan especial, los hombres abren las rejillas y permiten que sus esposas saquen la nariz del burka.
En Burkamanía (Norma) también se hace referencia a la difícil integración de esta prenda en España, donde varios ayuntamientos han prohibido el acceso a dependencias municipales con ropas que dificulten la identificación de las personas.
Sin embargo, la Defensora del Pueblo en funciones, María Luisa Cava de Llano, ha defendido recientemente la libertad de las mujeres que deciden llevar burka, "siempre que sea por voluntad propia y no como un elemento de sumisión al hombre".
Desde el punto de vista de Lizin, esta elección casi nunca es personal, sino impuesta por una realidad que subyuga el papel de la mujer como ser humano completo. "El burka es un accesorio destinado a esconder y estigmatizar el cuerpo de la mujer, y por tanto una discriminación", sentencia.
El tono de las historias se corresponde con la crítica incisiva que JacPé viene realizando desde hace trece años en el semanario satírico Père Ubu, una actividad que el dibujante combina con sus exposiciones en diversas galerías de su país natal.