La coalición de derechas se refuerza en Estonia a pesar del duro ajuste para entrar en el euro
- El primer ministro Ansip repetirá con toda probabilidad mandato por tercera vez
- El país se recupera de la crisis tras aplicar recortes sociales y la subida del IVA
La coalición de centro-derecha que gobierna Estonia ha logrado una cómoda victoria en las elecciones legislativas que le permitirá seguir en el poder a pesar de las estrictas medidas de austeridad aplicadas en este país que acaba de entrar en el euro.
Con el escrutinio de este domingo casi completado (al 97%), el Partido Reformista (liberal) del primer ministro Andrus Ansip obtiene 33 diputados (dos más que en 2007), y sus socios de la alianza derechista Pro Patria y Unión Res Pública cosechan 23 escaños (cuatro más).
De esta forma, lo más probable es que las formaciones repitan su pacto de Gobierno, ahora con una mayoría absoluta (de 56 diputados sobre un total de 101) de la que no gozaban en la anterior legislatura.
Tanto Ansip, que se dispone a iniciar su tercer mandato, como el líder de su socio en el Ejecutivo han dicho que su objetivo es revalidar ese pacto, que presenta como principal logro la adopción de la moneda común europea. En un delicado momento para la Eurozona, Bruselas aprobó su entrada en el club gracias a un déficit mucho menor que la media comunitaria.
El principal partido de la oposición, el Partido de Centro, que en campaña ha sido acusado de haber pedido financiación a Rusia, pierde tres diputados y se queda con 26 diputados como segunda fuerza.
Menos pluralismo
Finalmente, el gran avance de estas elecciones lo registra el Partido Socialdemócrata, que pasa de 10 a 19 escaños en la Riigikogu (Asamblea) de la que fue república soviética hasta 1991 y que entró en la Unión Europea en 2004.
Ningún otro partido ha superado el umbral mínimo del 5 % necesario para conseguir representación, por lo que el Parlemento (unicameral) pasará de tener seis a cuatro grupos políticos: salen de él un partido ecologista y otro tradicionalista que tenían seis diputados cada uno.
La participación en esta pequeña nación de 1,3 millones de habitantes, que ha sufrido una grave crisis económica en los últimos dos años, ha sido del 63 %. A pesar del gran aumento del paro, el Ejecutivo ha logrado Ansip ha mantenido las finanzas públicas gracias a un duro ajuste, que ha incluido miles de despidos y recorte de sueldos a los funcionarios, aumento del IVA o congelación de las pensiones.
A comienzos del año pasado, en plena recesión, la tasa de paro era de casi el 20 %, aunque la situación ha mejorado en los últimos meses y ya baja del 14 %.