El Gobierno francés aconseja reducir la velocidad para ahorrar combustible
- La ministra de Economía avisa de que no bajarán los impuestos a hidrocarburos
- El precio de los carburantes también ha alcanzado niveles récord en Francia
La ministra francesa de Economía y Finanzas, Christine Lagarde, ha descartado una rebaja en los impuestos que gravan los carburantes y ha aconsejado a los conductores que pongan en práctica medidas de ahorro como reducir la velocidad, conducir con suavidad y limitar el uso de la climatización.
“Cuendo se reduce un poco la velocidad, se reduce el consumo“
"No es broma: cuando se reduce un poco la velocidad, cuando se conduce sin tirones ni frenazos", y con un menor uso de la climatización "son pequeños actos que reducen el consumo del vehículo", ha explicado Lagarde durante una visita a una gasolinera para presentar una campaña de controles para verificar los márgenes.
Según un comunicado de su departamento, evitar los acelerones y los frenazos puede disminuir el gasto de combustible de un vehículo en un 40%, rebajar la velocidad en 10 kilómetros por hora supone un litro menos por cada 100 kilómetros recorridos y llevar los neumáticos correctamente inflados un 2,4%.
La recomendación de Lagarde coincide con la polémica suscitada en España por la reducción de la velocidad máxima permitida en autovías y autopistas de 120 a 110 kilómetros por hora para ahorrar combustible.
Cambiar las costumbres
No obstante, el Ejecutivo francés no ha querido hasta ahora hablar de medidas restrictivas de obligado cumplimiento y, según las palabras de la ministra, el Gobierno privilegia la regla de "transparencia, competencia y control".
Pese a todo, el secretario de Estado de Comercio, Frédéric Lefebvre, ha advertido de que teniendo en cuenta la tendencia al alza de los precios de la energía -que representa el 7% del gasto de las familias-, "hay una evolución estructural y los franceses tienen que cambiar sus costumbres".
La semana pasada los precios de los carburantes en las gasolineras francesas superaron los picos históricos del verano de 2008, con una media de 1,5067 euros por litro para la gasolina súper sin plomo de 95 octanos y de 1,5417 para la de 98 octanos. El gasóleo se vendió de media a 1,3513 euros el litro.
En alguna gasolinera de París, el gasóleo llegó a subir este martes hasta 1,61 euros por litro, la gasolina sin plomo de 98 octanos a 1,81 euros y la de 95 octanos a 1,80.