Un investigador español asegura que la Torre de Babel medía 60 metros y no 90
- La investigación se basa en el análisis de los materiales del monumento
- Una maqueta en el Museo Arqueológico de Murcia recrea la hipótesis española
- La fascinación por la mítico zigurat sigue viva milenios después
“Por tanto, el nombre de dicha ciudad fue Babel, porque Jehovah confundió allí el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los dispersó sobre la faz de toda la tierra.” (Génesis 11). La Biblia, “Libro de los libros” recogía el mito universalmente conocido de la Torre de Babel.
Cuentan las escrituras que el hombre en su infinita ambición decidió construir una torre escalonada para tocar el cielo. Su falaz atrevimiento recibió castigo inmediato. Dios condenó a la humanidad a hablar cientos de lenguas diferentes.
La leyenda de Babel y su celebérrima torre, símbolo de la soberbia humana en la tradición judeo- cristiana, sigue fascinando y suscitando debate más de 2500 años después, aunque su enigma está un poco más lejos del cielo. Literalmente. La torre medía 60 metros de alto y no los 90 que se le atribuyen, (según un texto del siglo III a.C.).
El misterio se resuelve escalón a escalón
Es una de las hipótesis que sostiene la investigación, a la que el profesor de Historia Antigua de la Universidad de La Coruña, Juan Luis Montero Fenollós ha consagrado más de una década.
El historiador cimenta su argumentación en el análisis de los materiales usados en la construcción del monumento. “Toda la arquitectura de la antigua Mesopotamia (Siria e Iraq) era de tierra, pues el adobe y el ladrillo eran los elementos más comunes. Este material no soportaría un edificio de una altura de 90 metros. Tampoco el suelo aluvial de Babilonia aguantaría una torre de este tamaño. No existió, por tanto, en Mesopotamia ninguna torre escalonada o zigurat de 90 metros de altura construida con adobe”, explica Fenollós, que desgrana su teoría en una entrevista a RTVE.es
“Y descendió Jehová para ver la torre que edificaban los hijos de los hombres. (Génesis, 11)“
Las conclusiones del experto son claras: “Los monumentos de adobe nunca superarían el 70 % de las medidas de su base. En el caso del templo de Babilonia, la altura máxima estaría cercana a los 60 metros, pues sabemos que la base medía 90. Esta altura estaría distribuida en seis terrazas superpuestas”, añade.
Sus cálculos se basan en el estudio de otros zigurats de Mesopotamia y de pirámides egipcias construidas con adobe, también en el análisis de un relieve babilónico inédito (fechado en época del rey Nabucodonosor II, s.VI a.C.) en el que aparece la única representación contemporánea del célebre monumento.
“Descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. (Génesis, 11)“
Gracias a esta pieza, conservada en una colección privada de Oslo, en la que figura un plano grabado que se levantó para conmemorar la finalización de la torre de Babel hacia 590 a.C. - nos cuenta Fenollós- se ha podido reconstruir por vez primera y con gran fiabilidad cómo era el templo (la parte más importante del edificio), que coronaba la torre babilónica.
En el grabado aparece un edificio escalonado de planta cuadrada y siete niveles, incluyendo la cúspide, con dos escaleras laterales adosadas a la fachada y una central hasta el primer piso, que se eleva sobre los demás.
"El debate sobre la altura de la Torre de Babel tiene su origen en el precario estado de conservación en el que nos ha llegado el monumento", explica el historiador. En la actualidad tan sólo se conservan sus cimientos en el centro de la ciudad de Babilonia, a 90 km al sur de Bagdad.
‘La torre’ llega a Murcia
Una “resucitada” Torre de Babel que ahora habla español y que podemos contemplar muy de cerca en el Museo Arqueológico de Murcia. El trabajo del profesor Fenollós, natural de Lorca, se ha materializado en una maqueta que se exhibe en la exposición Torre de Babel: Historia y mito (abierta hasta el 1 de mayo).
La muestra recoge algunas piezas nunca antes vistas en nuestro país como varios ladrillos con inscripción cuneiforme, que pertenecían al templo de la Torre, y dos grandes relieves policromados, un león y un dragón, procedentes de la gran vía procesional de Babilonia y de la mítica puerta de Ishtar, conservados en el Vorderasiatisches Museum de Berlín.
“Hay piezas nunca antes vistas en España“
La exposición es una prueba más de que la fascinación por el histórico monumento continúa latente y envuelta en una bruma de leyenda. Desde la Edad Media el hombre ha fantaseado con su aspecto y lo ha plasmado en el arte.
Célebre es la pintura La Torre de Babel (1563) de Pieter Brueghel el Viejo, expuesta en el Museo de Historia del Arte de Viena, dónde el pintor flamenco bosqueja una torre colosal a medio construir.
-¿En qué cree que se basa la fascinación por su cultura y por su historia?- le preguntamos al historiador Fenollós- que responde con otra pregunta concluyente: “¿Quién no ha oído hablar de la Torre de Babel y de la célebre confusión de lenguas?(...) El hombre sigue soñando con este edificio, que sin duda es el más representado de nuestra historia.”.